Taurus nos acerca la pasión por el griego clásico que trasmite Andrea Marcolongo en su libro La lengua de los dioses. Nueve razones para amar el griego. A lo largo de doscientas páginas, la autora nos trata de explicar una lengua que es la base de nuestra cultura mediterránea. Mediante un recorrido lingüístico de este idioma —desterrando la idea de detenerse en el aspecto lengua muerta / lengua viva—, expone claves de compresión de un idioma que aboga por un cómo en su estructura y no por un cuándo.
Andrea Marcolongo parte de una metodología inductiva para explicarnos las principales características gramaticales de la lengua helénica: el aspecto de las conjugaciones verbales; los sonidos, acentos y espíritus; los tres géneros (masculino, femenino y neutro); el optativo; el cómo se traduce esta lengua y, por último, nos hace un recorrido por la historia del idioma, los dialectos, así como la evolución hasta el griego actual. Como hilo conductor, un lenguaje cercano y la experiencia de una estudiante, filóloga clásica y profesora, que construirán una obra sobre un idioma antiguo que nos evoca un mundo de mitología bañado por una bruma que, en ocasiones, puede alejarnos de estas culturas ancestrales.
Mediante historias y anécdotas, la autora nos acerca las complejidades lingüísticas de un modo ameno y curioso. De este modo, para esclarecer, por ejemplo, los aspectos verbales, dará vida a habitantes griegos o utilizará expresiones matemáticas para explicar los casos (nominativo, vocativo, acusativo…). Así pues, las explicaciones del pensamiento griego clásico —al fin y al cabo una lengua está inscrita en una determinada civilización— sirve como articulación para los aspectos gramaticales; entre líneas se cuelan unos recuadros con comentarios culturares: poemas, anotaciones gramaticales más específicas, diferencias entre ellos y nosotros, etc. De este modo, se bascula la información y el lector puede dosificar la información que recibe.
El libro está destinado a un público amplio que se sienta interesado por el mundo griego, pero cabe resaltar que las palabras que aparecen, en las explicaciones, están en griego y no aparece su transcripción al alfabeto latino, lo que puede ocasionar no apreciar las diferencias verbales, más allá de que cambien ciertos símbolos que no conoces, por lo que la incapacidad de leerlas puede frustrar al lector. En el contrapunto a esto, en el caso de sustantivos, sí aparece la traducción, pero no así en los verbos o preposiciones, puesto que son las que tratan de explicar, y en muchas ocasiones no poseen una traducción sencilla al español (aspecto que se especifica).
La lengua de los dioses. Nueve razones para amar el griego logra transmitir la pasión y el gusto por una cultura rodeada de mitología, misterio y oscurantismo que nos sigue atrayendo siglos después de su época dorada. Desde el punto de vista de una alumna de griego clásico del instituto —si me permitís la anécdota— resulta muy interesante y evocador, puesto que en muchos momentos te sientes identificada con las confesiones de Andrea cuando se encontraba en la misma situación de desconcierto ante un idioma que no se llegaba a comprender del todo (situaciones que se pueden trasladar a otros idiomas que se estudian). Realmente, para los conocedores de la lengua —los que la hemos mirado de reojo y nos ha enamorado—, encontramos un libro explicativo ameno y sencillo de seguir, con el que conseguimos redescubrir una lengua y un mundo que sigue brillando con el esplendor de sus mejores embajadores: la lengua y los grandes personajes de la erudición.