
Tu nombre después de la lluvia (Dreaming Spires I) de Victoria Álvarez regresa a las librerías con una nueva apariencia, de nuevo, de la mano de Lumen. Una serendipia puede aparecer en cualquier lugar, también las amistades, el amor o los misterios. En ocasiones, ello se le podría achacar a un Destino, ¿no? Esa sucesión de acontecimientos propicios para vivir una historia de aventuras con ese espíritu juliovernesco. A veces, puedes elegir vivir una peripecia, pero, en otros momentos, te escoge a ti —como le ocurre a los personajes de esta novela—.
Alexander Quills, Oliver Saunders y Lionel Lennox son tres amigos de lo más dispares que aman la Historia, tanto las lenguas con la que se cuenta como los objetos que son testigo de ella. Así pues, todos forman parte de la revista Dreaming Spires. En ella tratan de aunar su interés por esta disciplina y por las ciencias paranormales. Estos sucesos les llevarán hasta un pueblo de Irlanda persiguiendo un misterio más allá de la muerte. ¿Qué les espera realmente en esas tierras donde el aire susurra leyendas? Estos amigos tan diferentes se encontrarán con un escenario que replantearán muchas de sus creencias y traerá al presente muchos fantasmas del pasado.
Victoria Álvarez nos traslada hasta principios del siglo XX con una historia de misterio, romance y aventuras. Ello lo consigue con una documentación certera sobre la época, con descripciones ambientales que envuelven al lector y con una clara influencia de la literatura de este periodo. Los escenarios se llenan con la actitud y el carisma de sus personajes. Tanto los tres amigos, como la señorita Stirling y los secundarios. De este modo, la trama se mueve con el ritmo melódico de una tormenta: primero comienza suave, adentrándote en el estado curioso pero alerta de las primeras gotas contra el cristal; segundo, esa tensión que se acumula poco a poco al tiempo que tan solo ves una cortina de agua por la ventana; luego, de vez en cuando vas escuchando truenos hasta que se acerca tanto los rayos y alcanzas a verlos; por último, el temporal te mantiene tan intrigado como las páginas del clímax mientras el tiempo vuelve a calmarse en su desenlace.
La lectura de Tu nombre después de la lluvia, para mí, es de esas en las cuales no puedes parar de leer y de hacer cábalas sobre qué pasaría o cómo se resolverían los misterios planteados. El estilo de Álvarez resulta muy fluido, posee un buen equilibrio entre sencillez y el uso de recursos estilísticos. Los personajes mueven las tramas con sus decisiones, secretos y personalidades. De este modo, ya no solo su estilo narrativo es envolvente, sino que los personajes consiguen que los acompañes, te ilusiones y sufras con ellos. Tan solo me queda añadir un par de cosas: uno, la edición es preciosa por fuera y cuidada por dentro; dos, si te gustan este tipo de historias, no te la pierdas.