Desde La Huella Digital hemos podido contactar con la organización mexicana Periodistas de a Pie, de la cual hablamos hace unos días. La entrevista la responde la periodista Elia Baltazar, corresponsal de la Asociación de Editores de los Estados (AEE) e integrante de Periodistas de a Pie. Recordemos que la labor principal de esta organización es asesorar a periodistas mexicanos para que puedan informar desde su país de la manera más adecuada y segura, con el fin de conservar los valores periodísticos de la transparencia y la objetividad, inmiscuyéndose en asuntos delicados en un país con una de las cifras más altas en cuanto a agresiones y asesinatos a periodistas. En la entrevista conversamos sobre Méxicoleaks, de cómo llevan a cabo su actividad y de si han recibido algún tipo de represalia por su labor.
Pregunta: ¿Qué pensáis sobre la decisión de MVS de dar por terminada la relación de Artisegui con Méxicoleaks? ¿Creéis que la actividad de la periodista con Méxicoleaks influye negativamente en los intereses de MVS?
Respuesta: Hasta donde entiendo, Carmen Aristegui y su equipo se mantienen como co-participantes de la plataforma MéxicoLeaks. Ahora bien, en el rompimiento de la relación laboral entre MVS y Aristegui, hay dos versiones distintas de los protagonistas: la empresa y la periodista. Yo no puedo asegurar con toda certeza que la plataforma en sí misma influya de manera negativa en los intereses de MVS porque sería suponer lo que difícilmente puedo comprobar. Este caso es muy complicado porque no se puede mirar a la luz de un solo hecho: el arrebato furioso de la empresa que acusó a la periodista de no consultar con la empresa la alianza para acceder a la información de MéxicoLeaks. La relación entre Aristegui y MVS tiene otros antecedentes –una ruptura previa, por ejemplo–, y muchas piezas que apenas nos alcanzan para inferir o suponer las razones de la rescisión del contrato de Aristegui.
Creo que más que la relación con MéxicoLeaks –que es como una especie de buzón de denuncias ciudadanas que pueden ser anónimas–, MVS podría haberse sentido incómodo con el resultado de las investigaciones periodísticas que esas denuncias pudieran propiciar. Para ninguna empresa de medios en México es conveniente a sus intereses la confrontación con el poder, aun si creemos en la versión de MVS, al decir que no dependen económicamente de la publicidad gubernamental. La relación de los medios con el poder político en México va más allá de lo económico: tiene que ver con influencia, con la posibilidad de competir por concesiones, de tener espacios abiertos para acceder a la jerarquía política, de estar cerca del poder y todo lo que ello implica como empresa.
Creo que Aristegui resultó incómoda para MVS a partir de sus investigaciones. Sobre todo por el caso de la Casa Blanca. Sin estar segura, porque no hay forma de asegurarlo, me parece que el tema MéxicoLeaks fue sólo el pretexto para la empresa.
P.: ¿Qué hacéis exactamente para ayudar a las y los profesionales mexicanos a informar sobre temas que les pueden suponer fuertes represalias personales?
R.: Desde hace 8 años, Periodistas de a Pie ha apostado por un periodismo con altos estándares profesionales y éticos. Ese empeño, capacitarnos todos para hacer un mejor periodismo, lo tuvimos que acompañar con capacitación en temas de seguridad, autoprotección, seguridad cibernética, coberturas en zonas de riesgo, entre otros, por las circunstancias de violencia que ha padecido México. Hemos convocado y logrado la participación de profesionales y especialistas en diversos temas, que nos han ayudado a capacitarnos para hacer nuestro trabajo en condiciones más seguras. Para no autocensurarnos por temor. Para saber medir riesgos y tomar previsiones para no someternos al silencio a que obliga la violencia y la impunidad.
Pero no sólo eso. Hemos apostado también por la creación de redes en distintas regiones del país para cuidarnos unos con otros, para compartir experiencias como periodistas, actuar de manera más rápida en casos de emergencia y, sobre todo, hacernos ver y escuchar. Junto con ello, convocamos siempre a trabajos de investigación periodística en grupo, como una forma de protección y de fortaleza. Queremos a los periodistas mexicanos seguros, para que no dejen de hacer periodismo, para que no renuncien a los temas que son importantes para los ciudadanos, y para no dejarnos vencer por el silencio. Hemos logrado abrir espacios alternativos donde ese periodismo tiene cabida –libros, blogs, sitios– y las convocatorias siempre son abiertas: cualquier periodista puede participar. Trabajamos en una particular combinación de talleres de capacitación, acompañados de práctica periodística y trabajo de formación de redes unidas por la confianza mutua y el compromiso en común por un mejor periodismo.
P.: ¿Es por el tipo de ayuda que ofrecéis a las y los periodistas la razón por la que soléis actuar de una manera muy callada, como ha dicho el Sindicato de Periodistas de Andalucía?
R.: Como periodistas, apostamos a que nuestro trabajo hable por nosotras. Pero también las circunstancias nos obligan a ser cuidadosas. Por nosotras y por el resto de los periodistas que colaboran con la red de cualquier manera. Hemos aprendido que la discreción nos permite movernos de manera más segura y confiable. Somos muy responsables con la seguridad de nosotros y de nuestros compañeros y compañeras. Pero también creemos que nuestro trabajo como red –y creo que lo hemos logrado– sólo puede medirse en función de la calidad del periodismo que hemos impulsado entre todos los que participan con nosotros. Además, ojalá no tuviéramos que hacer lo que hacemos. Ojalá todos los periodistas en México no tuvieran la necesidad de organizarse y cuidarse y ocuparse de su seguridad. Ojalá todo su esfuerzo, toda su pasión estuviera sólo dirigida al periodismo. Pero las circunstancias actuales nos obligan, por ética y por compromiso, a actuar. Pero también debo decir que no hacemos más que contribuir, en la medida de nuestras posibilidades, a apoyar a periodistas que están en condiciones de riesgo, que de verdad enfrentan situaciones de peligro. No sólo por ellos, sino por el derecho de todos a la información y la libertad de expresión. Sólo queremos un periodismo mejor para cumplir con los ciudadanos y para devolverle la dignidad y su propósito.
P.: ¿Alguna vez habéis recibido amenazas o represalias por la actividad que lleváis a cabo?
R.: Yo, Elia Baltazar, no. Pero una de nuestras integrantes, sí. Y ha sido uno de los momentos más difíciles que hemos enfrentado como red.