Lumen acaba de publicar los ensayos completos de uno de los poetas más relevantes de la segunda mitad del siglo XX, Jaime Gil de Biedma (El pie de la letra: Ensayos completos, edición de Andreu Jaume, Lumen, noviembre de 2017). Se completa así el conjunto de la obra del autor, que incluye también volúmenes para su correspondencia, poesía y diarios, también aparecidos en Lumen.
La edición ha sido cuidada con detalle: tapa dura con sobrecubiertas, diseño sobrio pero elegante y buena maquetación. Los textos aparecen precedidos de un prólogo a cargo de Andreu Jaume y se acompañan de algunas notas explicativas, que favorecen la comprensión: los editores se han propuesto favorecer la lectura con rigor, pero sin caer en el academicismo.
Para quien no conozca a Jaime Gil de Biedma, esta es una lectura recomendada que debería postergar. Primeramente debería conocer algo de su vida, que fue apasionante. Gil de Biedma (1929-1990) fue un burgués catalán cuyo modo de vivir en los tiempos de la posguerra y transición causaron cierto estupor. Rodeado de algunos de los más brillantes escritores y editores del momento —la gauche divine de Carlos Barral, Juan Marsé, etc.—, sus pasos se distribuyeron entre la bohemia de los bares de alterne barceloneses y la empresa familiar de la Compañía de Tabacos de Filipinas, de la que era secretario general. Quien tenga interés, puede ver la película de Sigfrid Monleón basada en sus vivencias, El cónsul de Sodoma (2009).
Tras conocer su vida y leer algo de su poesía, cuya influencia sería enorme en las generaciones de poetas posteriores, podrá, ahora sí, leer esta «compilación de artículos y ensayos dispersos» de más de setecientas páginas con la que el lector comprenderá mejor las distintas facetas literarias del autor.
Como es una compilación, la lectura no ha de hacerse forzosamente de principio a fin. Ordenados de forma cronológica, lo que aquí se recogen son los diferentes prólogos, estudios o presentaciones relativas a literatura escritos durante cuarenta años. En ellos se analizan la poesía de autores como Jorge Guillén y Luis Cernuda especialmente, pero también de otros como Vicente Aleixandre, Juan Gil-Albert, Ángel González o Claudio Rodríguez. También de determinados poetas ingleses, como Ezra Pound y T. S. Eliot, hacia los que tuvo gran estima. Otros textos, en cambio, son más breves o esbozos de estudios. El lector puede hojear el índice, escoger aquellos cuya temática le resulte de más interés y decidir así por qué texto empezar.
Hacer crítica literaria también implica literatura: el volumen incluye las presentaciones escritas para los recitales de Oviedo y de la Residencia de Estudiantes (1988), donde realizó lecturas comentadas de sus poemas, y se insertan por tanto algunos de los más conocidos, por lo que puede ser una forma inicial de conocer al poeta.
Falta solo la voz de Gil de Biedma para completar el proyecto editorial que Lumen ha terminado al publicar este último volumen. Afortunadamente, es posible escucharla a través del cedé incluido en La voz de Jaime Gil de Biedma que publicó en 2001 la Residencia de Estudiantes. Se cierra así un homenaje hacia aquel que abrió la poesía al «mundo de la experiencia común», como dijo el mismo Gil de Biedma en su poética, aquí también incluida.