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Verónica, Verónica, Verónica

Desde la invención del cine, uno de los géneros más explotados ha sido el terror. A lo largo del año, centenares de películas relacionadas con esta temática llegan a la pantalla grande, pero es extraño ver una cinta española entre ellas. El director Paco Plaza ([Rec]) se ha atrevido una vez más a competir contra la gran industria cinematográfica de Hollywood. Verónica es un filme que te pondrá los pelos de puntas desde la primera frase: ‘basado en hechos reales’.

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La trama está situada en los años noventa en Madrid, en el barrio de Vallecas, y nos cuenta la historia de Verónica, una adolescente de quince años que tras realizar la Ouija empieza a sufrir las espeluznantes consecuencias, que acaban extendiéndose a toda su familia. La trama está basada en hechos reales, en el caso de Estefanía Gutiérrez Lázaro, y es Sandra Escacena la que se encarga de dar vida a la joven. Completan el reparto Ana Torrent (Tesis, Yoyent) como la figura materna, Leticia Dolera ([Rec]: Génesis, Requisitos para ser una persona normal ) y Sonia Almarcha (La soledad) como monjas del instituto de Verónica, y Bruna González y Claudia Placer, quienes encarnan a las hermanas pequeñas de la protagonista.

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Conseguir que una película de terror de auténtico miedo no es tarea fácil, y eso lo sabe bien Paco Plaza, quien lleva toda su carrera profesional centrando sus obras en este género cinematográfico. Si le añadimos la mala fama del cine de terror español, la dificultad escenográfica que conlleva este tipo de películas, y la utilización de niños para grabar la mayor parte de la historia, encontramos la combinación idónea para que todo sea un fracaso. Pero Paco Plaza ha sabido llevar el trabajo a buen puerto, y lo que encontramos es, sin exagerar, una de las mejores películas del cine de terror español desde Los otros o El orfanato.

La clave de la película es la convergencia entre el uso de una historia real y la imagen tan cotidiana y realista que nos muestra la trama. Cuando los espectadores leemos la fantasmagórica frase ‘basado en hechos reales’ ya hay una pequeña parte de nosotros que se ha sobrecogido ante la pantalla; pero si además añades un contexto con el que el público podría sentirse identificado con rapidez, tendrás la combinación perfecta para hacérselo pasar mal a más de un valiente. Porque seamos realistas, esas casas tan poco seguras de las películas estadounidenses, que siempre tienen sótanos y buhardillas, donde viven unas familias con escaso sentido del peligro, no tiene nada que ver con el estilo de vida español, donde no solo vivimos en altos edificios, sino que además lo más oscuro que hay en nuestras casas es el pasillo del salón a la habitación a las doce de la noche. Por no hablar de que nuestro hijos no se levantan de la cama cuando escuchan un ruido, sino que se tapan hasta arriba (e intentan hacerse los dormidos). Quizá sea esa la clave que hace de Verónica una película llena de suspense y terror psicológico.

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Pero no solo contamos con hechos paranormales en esta cinta; las jóvenes Bruna González y Claudia Placer dan vida a las hermanas mellizas de Verónica, que deben de tener entre ocho y diez años, y son las encargadas de poner el punto cómico a la situación. La inocencia de las niñas no solo es utilizada para meterle al espectador miedo en el cuerpo, sino que estas pequeñas nos aportan un respiro de aire fresco entre tanta tensión. Sus juegos, sus riñas, la forma de interactuar entre ellas, y sus contestaciones a su hermana las convierte en un par de lo más variopinto.

Es necesario también hablar de la actuación de la protagonista, Sandra Escacena, quien además se estrena en el mundo del espectáculo con esta película. Para ser su primer trabajo de gran envergadura, la joven ha sabido manejarlo con destreza, y meterse en el papel a la perfección, aunque es cierto que en escenas secundarias, donde prima el diálogo entre amigas, su actuación queda un poco forzada; nada que no se pueda disimular con una buena cara de susto.

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Para finalizar, es obligatorio hablar del título de la película: Verónica. Es más que sabido que Verónica (Bloody Mary para los ingleses) es una leyenda urbana que narra como una joven murió en extrañas circunstancias tras utilizar la Ouija con sus amigos, y después se dedico a castigar a aquellos que la invocaban al intentar jugar con el mundo paranormal, o, según otros testimonios, llegaba a nuestro mundo tras ser invocada y te decía cuando ibas a morir, si es que no te mataba en ese momento. Es cierto que hay una pequeña similitud entre la leyenda urbana y la película de Paco Plaza (una chica muere al jugar a la Ouija), pero, tratándose de una película de terror, el título podría confundir al público y hacerles creer que han pagado para ver una adaptación de esta conocida leyenda, cuando en realidad lo que se está mostrando es una escalofriante historia basada en hechos reales, que nada tiene que ver con la maldición de Verónica. Podríamos decir que este título es una táctica para atraer a más personas a las salas de cine, sobre todo a los curiosos que conocen la historia de Verónica. Perfectamente podría haber llevado otro nombre que definiese más la historia, buscando la fama sin un antecedente tan marcado y conocido que nada tiene que ver con lo que se está contando.

Podremos disfrutar de esta nueva entrega de terror el 25 de agosto.

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