Cuando colmo de mimos a Bruno, mi adorable perrito (el diminutivo es puramente cariño, porque pesa cerca de 25 kg), y le hablo como a un niño, y le lleno de besos, y le malcrío, y le consiento, y le dejo subir (solo de vez en cuando…) a mi cama, […]
Cuando colmo de mimos a Bruno, mi adorable perrito (el diminutivo es puramente cariño, porque pesa cerca de 25 kg), y le hablo como a un niño, y le lleno de besos, y le malcrío, y le consiento, y le dejo subir (solo de vez en cuando…) a mi cama, […]