Thornhill: Orfanato para chicas de Pam Smy, publicado por Blackie Books, es uno de esos libros que te llama la atención por su cubierta y las ilustraciones estampadas en ellas, en una encuadernación en cartoné. Las expectativas continúan altas cuando comienzas la historia y acabas cautivado por ella en sus últimas páginas, recordando tu adolescencia, con las alegrías y tristezas que viviste.
La originalidad de esta novela radica en que dos historias convergen de una forma inusual: la primera, a través del diario que escribe Mary Baines, una joven interna de Thornhill, un orfanato para chicas, y la segunda, la de Ella Clarke que nos cuenta su historia a través de las ilustraciones. Así, dos adolescentes nos narran sus miedos, preocupaciones, su día a día, combinando ambos formatos, el diario y la imagen, y dotando, con diversos recursos, a cada protagonista de individualidad.
Los dos personajes femeninos no comparten un mismo tiempo histórico, pero los lectores identificamos un espacio común, una misma ciudad, aunque no sea el mismo escenario exactamente en ambas historias. Las dos voces nos hablan de ese lugar y, paulatinamente, descubrimos la historia de Thornhill, la de Mary y la de Ella. La ambientación es sobresaliente: un entorno gótico y oscuro, un misterio por resolver y unas dosis de elementos sobrenaturales. El ritmo es trepidante, enganchando al lector sin soltarlo.
Thornhill: Orfanato para chicas trata algunos temas esenciales en estas décadas: el acoso, la soledad, la amistad, el sentirse diferente al resto, etc., y lo hace con una absoluta sensibilidad y un enorme respeto por sus personajes. El diario, además, vincula afectivamente a Mary Baines con el lector que, a través de sus vivencias con otras internas del orfanato, puede sentir o imaginar sus experiencias. Probablemente el público preferente de esta novela ilustrada sea el juvenil, aunque es tan magnífica y necesaria que un adulto también la disfrutará enormemente.
Pam Smy es licenciada en Bellas Artes y realizó un máster en Ilustración Infantil, mostrando su inmenso talento en esta obra, la primera que escribe e ilustra: solo con sus trazos y creando un ambiente propio, típico de las películas de terror (aunque no sea un título de terror al uso), logra conectar con las emociones de un lector que acaba enamorado de esta historia. La edición que ha realizado Blackie Books es maravillosa y se aprecia el mimo y el cuidado que han puesto en ella.
Si he de recomendar algún título para los más jóvenes de la casa, sería, sin lugar a dudas, Thornhill: Orfanato para chicas de Pam Smy. Es un caballo ganador.