Si hay algo cierto en estos últimos años es que, en cuestión de originalidad, hay veces que parece que ya está todo hecho. Las modas van y vienen, con nuevos giros, nuevos cambios de trama o innovaciones que pueden proceder de quién sabe dónde (cualquier día habrá un hombre lobo transformable que luchará contra gnomos de titanio que lleven bazucas… o algo así) y que desembocan en los finales más inesperados. Una de esas modas, que se marchó y regresa, y que persiste fuertemente (por lo que se puede comprobar), es la de reinventar cuentos de hadas. Después del boom causado por Érase una Vez (2011, Once Upon a Time para aquellos que la conozcan por su versión original), hemos sido bombardeados con series, como Grimm (2011) o la española Cuéntame un cuento (2014); con películas como las nuevas versiones de Blancanieves en Blancanieves Mirror Mirror (2012) o Blancanieves y la leyenda del cazador (2012), las varias versiones de la historia de caperucita, Hansel y Gretel (2013), Into the Woods (2014, Disney metiendo mano a los cuentos de nuevo… remake tras remake tras remake de sus clásicos más aclamados) y un largo etcétera.
Pero, como con cualquier otro tópico, existen aquellos que (como una servidora) no se cansan de leer o ver o escuchar nuevas historias desde el mundo de la fantasía, mucho menos si estas traen algo nuevo o refrescante dentro de tanta copia sobre copia, remake sobre remake, spin offs por aquí, secuelas por allá y así hasta el infinito. Y dentro de todo este abundante material, me permito recomendaros la saga The Land of Stories, del escritor y actor Chris Colfer.
Algún lector dirá: «¿Chris Colfer? ¿De qué me suena ese nombre?». En la mayor parte del mundo es conocido por encarnar a Kurt Hummel, uno de los protagonistas de la serie Glee (2009) durante sus 6 temporadas, pero paralelamente a su carrera como actor, productor, director e incluso guionista (llegó a dirigir varios capítulos de la serie), ha mantenido una exitosa carrera como escritor best seller de la mencionada saga, recibiendo muy buenas críticas tanto por parte del público lector como de los medios de comunicación y de otros autores.
Ahora bien, ¿por qué recomendar esta historia en particular? Como ya he mencionado, existen cientos de obras escritas y de pantalla grande y pequeña a las que acudir. ¿Por qué The Land of Stories merece la pena? La saga, por el momento, consta de 5 entregas más algún cuento o novela corta accesoria y su popularidad en Estados Unidos no ha caído en ningún momento. Su primera entrega se publicó el 17 de julio de 2012 y la quinta en julio de este mismo año. Su argumento parece simple: los gemelos Alex y Conner Bailey han sufrido una pérdida hace poco tiempo y sus vidas ya no son como eran antes. Su madre trabaja muchas horas y ellos aguantan como pueden hasta que, en el día de su cumpleaños, su abuela, que pasa largos periodos de tiempo fuera de la ciudad y a la que no pueden ver a menudo, aparece para hacerles una pequeña fiesta y regalarles el libro de cuentos que ella misma y el padre de los gemelos les leían cuando eran niños: The Land of Stories. Cuál es la sorpresa de Alex, que cuida el libro, al darse cuenta de que cuando las páginas del viejo ejemplar brillan, hay una especie de portal que se abre entre ellas. Su hermano la descubre haciendo pruebas con el portal y pensando que ella va a pasar por él, le da un grito que sobresalta a la chica y esta cae por el portal irremediablemente y tras ella lo traspasa su hermano. Ambos caen en un bosque donde encuentran que la única manera de volver a casa es recolectar los objetos que permiten formular el hechizo de los deseos (The wishing spell, que da título a esta primera entrega) a lo largo y ancho de los distintos reinos del extraño mundo en el que han caído. Lo que no saben es que la malvada madrastra de Blancanieves ha escapado de la celda donde estaba retenida y está detrás de realizar el mismo hechizo para cumplir su más profundo deseo… Y hasta aquí llego para no desvelar nada más de la trama.
Sencillo ¿verdad? Simple incluso. Está catalogada como novela infantil-juvenil pero el propio Colfer considera que es una novela que puede ser disfrutada a cualquier edad. A partir de este argumento básico iremos descubriendo que ni todos los felices para siempre lo son realmente y que los grandes héroes y heroínas de cuento son seres humanos con sus debilidades y problemas, así como que los villanos no nacen como tal si no que muchas veces están avocados a serlo por sus propias circunstancias. Recorreremos parajes que todos hemos imaginado alguna vez e iremos topándonos con sorpresa tras sorpresa en un mundo que aunque nos es conocido en cierto modo, es totalmente nuevo.
Tiene su propia historia y crónica aunque agrupe las historias más básicas de los cuentos de hadas más conocidos (a partir de sus versiones originales, poco toque Disney encontraremos en ellas). Si se permite una opinión sincera, estos libros consiguen lo que Erase una vez no pudo conseguir. Manejar a muchísimos personajes conocidos pero dándoles una nueva realidad, una nueva historia coherente, enlazando sus historias de manera que no se pierda quién eran esos personajes (y sin que suene todo a haberse inventado esas relaciones sobre la marcha a ver si quedaban bien) pero sin que parezca la misma historia de siempre. En estos momentos me encuentro leyendo la tercera entrega de la saga y mi encanto con ella no ha disminuido. Cada vez es un mundo más y más complejo pero nunca ha dejado de tener una coherencia o un hilo conductor serio que no se pierda.
Una pega, eso sí, solo se puede leer de momento en su versión original en inglés (es fácil de encontrar o encargar en tiendas como Amazon, Fnac o La Casa del Libro y existe también una versión E-pub aunque recomiendo encarecidamente la versión en papel, puesto que tiene una edición muy cuidada y merece la pena tenerla en formato físico). Hay rumores de su salida en España pero no hay nada confirmado y parece ser que sí que está confirmada con bastante seguridad su edición en América Latina. De todas maneras, tiene un inglés sencillo y al contener muchas referencias a objetos icónicos del mundo de los cuentos es fácil seguir una lectura fluida sin tener que recurrir a diccionarios o traductores, por lo que no es mala idea leerlo directamente en inglés, dado que también sirve como lectura de práctica.
En conclusión, una nueva vuelta de tuerca al mundo de los cuentos pero con mejores perspectivas que otros intentos y una buena manera de practicar inglés con una lectura amena y que seguramente tendrá un hueco para sorprender a todas las edades. Un acierto seguro para aquellos que disfruten de los reinos de fantasía.