La Galera publica Cómo (no) enamorarse, una comedia romántica de Myriam M. Lejardi. Enamorarse como acto universal puede ser uno de los mayores tópicos falsos del mundo. No es que esté matando el romanticismo del mundo, solo apuntar a que no todo el mundo experimenta la atracción romántica. Existen diversas formas de experimentar amor por otra persona. Algunas de ellas pueden protagonizar una novela rosa, como verás más adelante. No obstante, no es lo único destacable. Este libro se enmarca en la siguiente premisa “¿Y si te hubieras acostado con el hijo de la novia de tu madre?”. Un planteamiento divertido, ¿no crees?
Vivir implica enfrentarse a primeras veces, a situaciones de estrés o cambios inesperados. Nora, la protagonista de Cómo (no) enamorarse, tiende a gestionar su día a día de una forma peculiar; también es cierto que la vida le prepara unas situaciones singulares. La novela comienza con la joven encontrándose a su madre y la novia de esta en la cama. Esto desencadenará una serie de catastróficas desdichas para Nora: ella y su madre se mudan a casa de Pilar y su hijo Adrián. ¿Qué problema habría? Pues que ambos muchachos tienen pasado común, uno relacionado con las primeras veces.
Myriam M. Lejardi crea una novela romántica a partir del tópico literario odi et amo. Dos jóvenes con un pasado en común el cual arrastran y condiciona su futuro. Además, añade un elemento que siempre ha resultado morboso: la familia de ambos crean un núcleo familiar y deberán convivir en la misma casa. Los malos entendidos y situaciones están servidos. La vida de los personajes no se limita a lo que ocurre en la casa (aunque este escenario podría considerarse como un personaje más, pues es tan partícipe de la trama como lo fue la vivienda de Bernarda Alba en la obra de Lorca, por ejemplo), sino que las situaciones de su vida cotidiana se cuelan por los muros. Uno de los puntos fuertes de esta novela es la normalización de esas primeras veces, de lo mal o bien que pueden salir. Se trata de mostrar diálogo y ese es el tema central: la falta de comunicación o mal comunicarse lleva a las situaciones más surrealistas y divertidas.
Cómo (no) enamorarse se presenta como una novela desenfadada, divertida y con un humor que abarca desde los títulos de los capítulos hasta las bromas internas de los personajes. La autora muestra unos personajes carismáticos, con personalidades muy bien diferenciadas y sus propios arcos narrativos. Al inicio he apuntado a que no todas las personas experimentan atracción romántica y es que Adrián es arromántico. La obra de Lejardi plasma representación LGBTIAQ+ y, en este caso, se opta por dar protagonismo a la ‘A’. Una representación, desde mi punto de vista (a-spec), muy buena y alejada del panfleto informativo. Si buscas una comedia gamberra, con enemies to lovers o si veías La familia crece por las tardes en La 2 o continúas tarareando “Es lo que yo llamo” de La princesa cisne, no te pierdas esta novela.