Nos deja Manu Leguineche. El eterno reportero fallecía por una insuficiencia respiratoria que se llevó su vida durante la mañana del 22 de enero en la Fundación Jiménez Díaz de Madrid. Se va tras recorrer el mundo y contagiarnos a muchos sus ganas de Periodismo, con tantas buenas historias para el recuerdo.
Sus amigos y compañeros le recordaron estos días en los principales diarios del país, en los que él mismo trabajó, y en las redes sociales, que se llenaron de mensajes y muestras de cariño hacia su figura, referencia del buen Periodismo.
Nacido en un pequeño pueblo de Vizcaya en 1941, empezó su andadura en el semanario Gran Vía, de Bilbao, y siguió aprendiendo en El Norte de Castilla, dirigido en aquel momento por Miguel Delibes. Pronto se echó a la carretera para cubrir los desoladores enfrentamientos de Vietnam, Líbano, Nicaragua, la antigua Yugoslavia… Sus crónicas y su narrativa inspiraron a muchos a seguir sus pasos y empezar en esta profesión, a veces maldita, a veces de sueño, para contar el mundo como lo contaba Leguineche.
Escribió más de 40 obras; ensayos donde el periodismo, los viajes y las historias vividas en primera persona -cubriendo en directo los más importantes acontecimientos del siglo XX- se unen.
«El camino más corto”, «Yo pondré la guerra” o «El club de los faltos de cariño” son algunos de los títulos de su obra. En «La Tribu», su única novela de ficción, contaba una historia de periodistas con la que puso mote a esos reporteros enviados especiales. Una profesión que, según él, acaba por unirlos a todos bajo un denominador común: la depresión, el divorcio y la dipsomanía.
Leguineche, que llevaba varios años retirado en su “Casa de los Gramáticos” de Brihuega, en plena Alcarria de Guadalajara, ha recibido numerosos reconocimientos durante su carrera: el Premio Nacional de Periodismo, el Julio Camba, el Ortega y Gasset, la Medalla de la Orden del Mérito Constitucional o el primero de los Cirilo Rodríguez, entre otros que dan fe de su entrega a la profesión.
Como despedida, la FAPE dedicó su portal web a la memoria del escritor y recordaba así su trabajo y la inspiración de su obra: “ha sido periodista, escritor y reportero de guerra, y todo ello lo ha sido a lo grande, con tal carga de calidad, profesionalidad y humanidad que hará su recuerdo imborrable”.
En La Huella Digital también te recordaremos siempre, Manu. Gracias por inspirarnos para ser mejores periodistas y, siempre, mejores personas.