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Amor adolescente y enfermedad, cocktail explosivo

Amor a medianoche, protagonizada por Bella Thorne (Famous in love, The Babysitter) y Patrick Schwarzenegger (El largo camino a casa), es el nuevo drama adolescente de la primavera, que se estrenará en cines el 4 de mayo. La película está dirigida por Scott Speer (Finding Carter, Step Up Revolution) y se basa en el filme japonés Taiyô no uta (2006).

fuente: Sensacine.com

Katie sufre una intolerancia aguda a la luz del sol. Esta rara enfermedad provoca que incluso la mínima cantidad de luz solar pueda resultar mortal para ella. Lejos de remitir, cada año el riesgo se vuelve mayor, así que Katie se pasa la vida dentro de casa, tras unas ventanas especiales, durmiendo de día y pasando despierta toda la noche. Claro que, su vida cambia radicalmente cuando Charlie se cruza en su camino y comienzan un romance veraniego. La vida de Katie se transformará por completo al descubrir el amor.

Amor a medianoche gira en torno a una rara enfermedad, Xerodermia Pigmentosa o XP, que ocasiona a las personas afectadas una gran intolerancia a la luz ultravioleta, principalmente a los rayos de sol. Nuestra protagonista, Katie, lleva desde que era una niña padeciendo XP, por lo que su vida se ha visto drásticamente afectada por la enfermedad. Vive en una casa adaptada a su condición, con cristales y puertas especiales, duerme durante el día para poder hacer vida por la noche, y sus paseos por el exterior son mínimos. Su padre se esfuerza por hacer que su vida sea lo más feliz posible, y su mejor amiga, Morgan, ha sido uno de sus únicos contactos con el exterior a lo largo de vida.

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El problema de esta película lo vamos viendo según transcurre, y es básicamente la forma de retratar la enfermedad. Parece que el XP es una pompa de jabón, que aun siendo frágil y delicada también es bonita. No. Las enfermedades no puede idealizarse, no son bonitas, no puede enmascararse con maquillaje sus síntomas. No se puede escoger una enfermedad y utilizarla como mero contenido dramático en una historia de amor adolescente. Y eso es lo que le pasa a Amor a medianoche. Puede ser una película con una historia de amor muy bonita y lacrimosa, pero la forma de mostrar el XP se queda escasa, en segundo plano, con una mera quemadura y unos temblores de manos. Y el cine ya nos ha demostrado que las películas sí que pueden retratar enfermedades tal y como son, y que el público más allá de escandalizarse va a volcarse con la causa. Un ejemplo es Bajo la misma estrella (2014), Siempre Alice (2014) o La teoría del todo (2014). ¿Qué sentido tenía entonces idealizar el XP que sufre Katie? Si alguien pensaba que la enfermedad podría trastocar el aura perfecta y bonita de la relación de Katie y Charlie debería de haber optado por no introducir una enfermedad tan grave en la historia. Pero claro, el drama debe de proceder de algún lado, y si es de una enfermedad incurable, mejor.

Si dejamos la enfermedad a un lado, lo que encontramos es una película que retrata el amor adolescente. Thorne y Schwarzenegger combinan bien en la pantalla y sus escenas quedan frescas y naturales, siendo la contraposición a todo el drama ocasionada por el XP. A los momentos románticos los acompaña una banda sonora un tanto especial, y es que, el pasatiempo de Katie es la música, por lo que es la propia Bella Thorne quién pone la voz a las melodías. Y si cabe mencionar algo sobre esta pareja es el positivismo y fortaleza que transmiten, sobre todo Katie, quien lucha sin descanso y llena de ganas de vivir contra una enfermedad incurable. Es una buena forma de recordar al mundo que uno no escoge las malas rachas, pero sí escoge la forma de vivirlas.

fuente: Sensacine.com

Quizá la figura más impactante es la del padre de Katie, Jack, interpretado por Rob Riggle (12 valientes). Él sabe los peligros a los que su hija se enfrenta, sabe la alta mortalidad que tiene su enfermedad, y sabe que su hija necesita vivir la vida, experimentar y descubrir el mundo. En Jack vemos una lucha interna, entre lo que debería de hacer para proteger a Katie y lo que realmente hace para verla disfrutar; vemos la carga sobre sus hombros, el dolor de tener que enfrentarse solo a una enfermedad que puede acabar con su hija en cualquier momento, y el dolor de ver como no puede tener una vida adolescente por culpa de esa enfermedad. ¿Cómo no consentirle intentar disfrutar un poco de la vida y convertirse en su verdugo? Al final, ¿Qué es lo más importante? ¿Qué una hija disfrute, por muchas consecuencias que pueda haber, o que se quede por el resto de sus días en casa, sin vivir? Jack es un personaje tan bien retratado que cualquier padre, en la situación que sea, podrá verse reflejado en sus ojos.

Posiblemente Amor a medianoche no sea una de las mejores películas, pero tampoco debemos de olvidar que está orientada a un público más joven, que disfruta con este tipo de dramas románticos. La película no es mala, de hecho muestra un mensaje muy bonito y, de mejor o peor forma, ayuda a visibilizar una enfermedad poco conocida como es el XP. Hay cosas que podrían hacerse mejor, pero es un filme que cumple su cometido: entretener, enternecer y sacar una sonrisa al espectador. No es difícil dejarse llevar por la trama y acabar conquistado por ella. Recordemos que no siempre debemos tener un ojo crítico, también hay que disfrutar del momento.

Como digo siempre, para gustos los colores… tendrás que ir al cine para formar tu propia opinión. Aun con sus fallos puede llegar a conquistarte.

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