La primavera tiene su lado oscuro. Eso es lo que veremos el 30 de Abril en España. El dramaturgo János Szász trae a nuestras pantallas El Gran Cuaderno, adaptación de la novela de Ágota Kristóf, donde se nos cuenta la experiencia de dos hermanos gemelos durante la Segunda Guerra Mundial.
Al término de la Segunda Guerra Mundial, todas las grandes ciudades son presa de los continuos bombardeos y de la miseria. Egvyik y Masik, dos hermanos gemelos, de una de estas ciudades son llevados a la casa de campo de su abuela, conocida por los habitantes del pueblo como “La Bruja”, pues es cruel e inhumana con todo el mundo. Ella les hará trabajar y ver el mundo que les rodea. Los niños, que hasta entonces habían llevado un estilo de vida envidiable, se darán cuenta de que tienen que cambiar y adaptarse al mundo adulto, y hacer frente a adversidades como la violencia o el hambre. Tendrán que dejar su infancia a un lado y deshacerse de ciertos sentimientos para sobrevivir. Para que quede constancia de ello, deciden apuntar todo lo que ven en un “Gran cuaderno”.
El Gran Cuaderno no es otra película sobre los niños en la guerra. Además de mostrarnos la misma a través de las opiniones y vivencias de dos niños, que no entienden el fin de la contienda, se ve la madurez que adquieren día a día, y las diferentes situaciones que surgen cuando sus padres no están para ayudarles y tienen que luchar contra personas que no quieren el bien para ellos. El cambio al que se tienen que enfrentar hace que se conviertan en niños “robot”, totalmente fríos en cuanto a los sentimientos más alegres y humanos, modificando totalmente la visión que tienen del mundo y convirtiéndose en seres humanos totalmente deprimidos.
Si bien es cierto que la contienda juega un papel determinante a la hora de modificar el comportamiento de los niños, en este filme hay un elemento más: los adultos, que no tienen ningún tipo de inocencia, harán todo lo posible por mostrar a los niños la realidad de la vida de la manera más radical posible, luchando porque los niños se conviertan en las personas que ellos quieren. El largometraje reflexiona sobre cómo el mundo está lleno de miedos, inseguridades y situaciones indeseables, y cómo nosotros ayudamos de manera inconsciente a que esto sea así. La guerra es una de las consecuencias de este problema que nos rodea y que ha estado presente en toda la historia de la humanidad.
En cuanto a otros aspectos de la película, es importante destacar la actuación de los niños, interpretados por András Gyémánt y László Gyémánt, quienes realizan su papel a la perfección, demostrando en todo momento que saben hacer llegar el buen cine al público. En cuanto a los aspectos técnicos, la música o la fotografía también contribuyen a la originalidad de la película.
Si el espectador disfruta con esta historia, podrá seguir haciéndolo más adelante, puesto que este filme es la primera parte de la llamada “Trilogía de los gemelos (Claus y Lucas)” de la escritora húngara Ágota Kristóf, que continuará con La prueba y La tercera mentira.
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Imágenes y tráiler: Amour Fou Filmproduktion /Dolce Vita Films