El pasado 5 de diciembre, Mariano Díaz & The Message iluminaron con su sonido el centro de Madrid. Posiblemente, entre los más de cuarenta privilegiados que pudimos asistir a tal concierto, no hubo nadie que borrara la sonrisa de su rostro durante el concierto.
En el Café Berlín, hacia las once de la noche, empezó el movimiento. Las luces, focos y colocación de los instrumentos fueron mostrando al curioso público lo que poco tiempo después descubrimos: que la unión musical de The Message no defrauda. Pudimos disfrutar de una calidad de sonido impresionante y una sucesión de temas que hicieron del café un sitio acogedor y lleno de luz. La maestría y alegría con la que Mariano Díaz daba paso a cada uno de los temas era sólo el comienzo de lo que se nos venía encima: una fusión perfecta de instrumentos. César de Frías a la batería, Miguel López al teclado, Víctor Merlo con sus graves de bajo, la guitarra eléctrica de Joaquín Chacón, y el piano de Mariano López forman un conjunto musical que hizo las delicias de los asistentes.
Es muy posible que el espíritu de Elvis estuviera sentado con nosotros, disfrutando de la noche, sobre todo cuando subieron al escenario tres vocalistas, cada cual con diferentes matices en su preciado instrumento. Paloma Soalleiro, Suilma Mali y Belén Gómez interpretaron, entre otras, “Sweet Home Alabama” de Lynyrd Skynyrd, “If I Can Dream” del gran Elvis, y “Man In The Mirror” de Michael Jackson. Éstas tres voces fueron las invitaciones de la noche, que provocaron aplausos improvisados antes de rematar las piezas representadas.
Mariano Díaz es un magnífico pianista que fue nominado para los premios Grammy por el disco Andando el Tiempo de Gerardo Núñez en la categoría de Mejor álbum flamenco. Además está acostumbrado a tocar con músicos de la talla de Marc Miralta, Frank Lazy, Enrique Morente y Chris Kase, por nombrar algunos de su larga lista. A lo que se suma la participación junto con Joaquín Chacón, guitarrista de The Message, en el proyecto Skytrain, con el que han grabado dos discos.
La máxima de Díaz parece que es la de vivir por y para la música. Esto no le resultará demasiado complicado teniendo en cuenta el talento que despliega en sus actuaciones; además del calor y reconocimiento que recibe de sus compañeros de actuación y del público. Si la oportunidad se presenta es mejor que no la dejen escapar.
