La nueva sección de Comunicación ya tiene nombre, Pluma Violeta, un proyecto que verá la luz próximamente con información candente e imprescindible. El nuevo espacio de La Huella Digital integra la perspectiva de género investigando y analizando el tratamiento informativo de los medios de comunicación, una lupa permanente en tiempos de necesaria denuncia social.
Los medios de comunicación, con esencia de servicio público y capacidad de influencia social, reproducen aquello que la opinión pública naturaliza sin percibir las múltiples consecuencias que esta acción supone en la vida cotidiana y futura. ¿Cuál es el tratamiento informativo de los medios hacia la violencia de género? ¿Contribuyen a la reproducción de un discurso que genera todavía más violencia? ¿Cómo se representa a las mujeres y a los hombres en las distintas informaciones? ¿Cómo se representa a quienes no forman parte de la misma categoría que les excluye? El tratamiento de un hecho adquiere visibilidad cuando es noticia, pero… ¿a qué precio? Es prioritario dejar de naturalizar los patrones culturales que se mantienen en nuestros días.
Este último año hemos contado con información que no suele aparecer en grandes cabeceras, artículos de análisis y reflexión permanente que hacen hincapié en los temas más ocultos, desapercibidos e invisibilizados. Este espacio nace a raíz de estos trabajos, y de la mirada crítica de quienes en este tiempo han ocupado, en cierta forma, un vacío imperdonable.
Durante la carrera aprendí que las y los periodistas no somos noticia, como tampoco lo es nuestra labor, y en aquél momento no dudé de ello ni por un segundo; la ciudadanía siempre debía ser la voz de nuestro mensaje, el resto no tenía ninguna importancia. Desde entonces, el periodismo ha cambiado tanto como mi punto de vista. El periodismo y la voz del pueblo no son opuestos, sino complementarios. El periodismo hoy es más noticia que nunca porque no estamos haciendo bien nuestro trabajo. Por ello, hoy ocupa un espacio importante y maldito a la vez. Un espacio donde reportar las buenas iniciativas y apuntar a quienes no desempeñan esta labor de denuncia.
Sin duda, esto también forma parte de una disculpa por hacer protagonista a una periodista incansable que podría ser la misma pluma violeta de nuestra sección, Laura Martínez, y quien se encargará de coordinar este nuevo espacio. Su trabajo a lo largo de este tiempo nos ha hecho disfrutar y rabiar sin límite, de cuya crítica y análisis no estaban exentos. Pero, ¿cómo lo ha vivido ella? Laura Martínez nos descubre los detalles de la nueva sección en una breve entrevista.
P.: ¿Cuándo comienza todo? ¿De qué forma comienzas a descubrir el feminismo?
R.: Todo comenzó cuando me puse las llamadas “gafas violetas”. Estas gafas son una metáfora del, por decirlo de alguna forma, despertar feminista. Es ese momento en el que comienzas a ver y descubrir todas las pequeñas y grandes desigualdades que vives en tu día a día: el patriarcado, los prejuicios, el machismo diario… Yo viví este “despertar feminista” de manera muy intensa. Todo comenzó en las aulas de mi Facultad en una asignatura en la que tratábamos temas sobre comunicación y género. En ese momento empecé a cuestionar todo, empezando por mí misma, por mi manera de pensar, de entenderme y de relacionarme con los demás. Comencé a comprender la raíz de muchos de mis miedos, de mis vivencias en la infancia y adolescencia, y me di cuenta de que me había tragado un cuento; el cuento de que las mujeres y los hombres somos iguales, de que la desigualdad es cosa de otros países, de otras gentes, algo lejano a mí, cuando en realidad, esa desigualdad nació conmigo, el día que el médico le dijo a mi madre que yo iba a ser una niña y me configuraron para ser y actuar como una niña, para ser mujer, para jugar con muñecas y desear casarme y ser madre algún día, para no aspirar al poder o al éxito, para ser modesta y formal, para ser lo que una niña “de bien” debe ser. Darme cuenta de todo esto para mí fue muy doloroso. Digamos que descubrí de la noche a la mañana que el simple hecho de haber nacido con unos genitales concretos había condicionado toda mi existencia, mi forma de pensar, de desear, de amar. Entonces comencé a entrar en contacto con más mujeres que sentían lo que yo sentía, a leer blogs y páginas feministas y, poco a poco, mi curiosidad se fue haciendo más grande. He de decir que esos primeros meses también estuvieron llenos de incomprensión, muchas de las personas que estaban a mi alrededor no me comprendían y eso me hizo sentir muy sola por momentos. Para mí el feminismo ha sido la llave que me ha hecho comprenderme a mí misma y sentirme más libre. El mejor regalo.
P.: ¿Cuál crees que es o debería ser el papel del feminismo en los medios de comunicación y el periodismo?
R.: Considero que el feminismo debería estar presente en todas y todos nosotros y en todas las áreas. Para empezar quiero aprovechar la ocasión para aclarar qué es el feminismo. El feminismo, o mejor dicho, feminismos, es un movimiento social y político encaminado a conseguir para las mujeres los derechos que históricamente les han sido negados por el hecho de ser mujeres, para que puedan disfrutar de ellos en las mismas condiciones que los hombres y vivir en igualdad. Por lo tanto, feminismo NO es lo mismo que machismo. El feminismo es una teoría de la igualdad. Teniendo esto en cuenta, considero absolutamente fundamental incorporar la perspectiva de género en los medios de comunicación. Lo ideal sería que esta visión estuviera presente de manera trasversal, es decir, que todas y todos los periodistas, en todas y cada una de las secciones, escribieran bajo perspectiva de género. Desgraciadamente, esto no se está haciendo. Recuerdo que en un evento sobre Comunicación y Género, la periodista Ana Requena de eldiario.es se preguntaba por qué existen secciones dirigidas a las mujeres, ¿acaso no son todos los contenidos aptos tanto para hombres como para mujeres? Si consideramos que el Periodismo y el trabajo de los medios de comunicación es necesario en la construcción de una sociedad libre y que los temas y la forma de tratarlos influyen en nuestra percepción y forma de entender el mundo, podemos afirmar que no podremos construir sociedades igualitarias en cuanto que los medios no informen en igualdad e incluyendo a las mujeres en sus informaciones. Además, los medios son grandes reproductores de estereotipos que dificultan enormemente esta lucha. Por ello, creo que es deber de periodistas y medios hacer autocrítica y comenzar desde ya a hacer las cosas bien. No vale con decir que queremos igualdad, hay que hacerlo.
P.: ¿Por qué Pluma Violeta?
R.: Pluma Violeta se configura como un espacio dentro de La Huella Digital desde el que observar y analizar el tratamiento y la representación que realizan los medios de mujeres y hombres y de todos aquellos colectivos que son usualmente olvidados por los medios generalistas: homosexuales, transexuales, interesexuales… Un lugar donde analizar los estereotipos dañinos que cada día se lanzan desde los medios y que actúan en detrimento de la libertad y la igualdad. Desde la sección de Periodismo llevábamos tiempo dando cabida a este tipo de temas y analizando el tratamiento de los temas de género en los medios. Así que, ¿por qué no crear un espacio aparte donde analizar todo esto en profundidad? Gracias a Internet las y los periodistas somos más libres para crear y experimentar y, gracias a ello, están naciendo publicaciones especializadas y muy necesarias como Píkara Magazine o secciones dentro de medios como Micromachismos de eldario.es que son un paso más en esta lucha. Gracias a ellas, muchas personas han encontrado un espacio donde se da respuesta a cuestiones de las que no se habla usualmente y donde tienen cabida temas muy diversos que aportan esta visión de género que tanta falta hace. Considero que contar con una sección como ésta en La Huella Digital es un gran paso y una grandísima oportunidad, y para mí es todo un honor poder verla nacer y seguir trabajando codo con codo con enormes profesionales que me enseñan cada día un poco más de esta profesión.
La fuerza de Laura Martínez me recuerda a otra gran profesional, Olga Rodríguez. La periodista hacía mención hace poco a una cita de Albert Camus con la que puso el broche de oro a una fantástica intervención sobre Periodismo: «hay épocas en las que toda indiferencia es criminal»; la misma con la que continuaba describiendo uno de los momentos actuales: «no denunciar los niveles de injusticia, desigualdad y abusos a los que estamos llegando en la actualidad, pasar por ellos de puntillas, implica formar parte de un silencio cómplice. Y al final, el miedo a tomar partido termina provocando monstruos». Contra eso lucharemos desde aquí.