Este 2024 se cumplen cien años del nacimiento del Rayo Vallecano: un equipo local que se fundó en una casa baja de lo que hoy es un barrio madrileño, pero que antaño fue pueblo, por aquel entonces famoso sobre todo por sus merenderos, a los que iban para recrearse quienes vivían en el centro. Ignacio Pato (Madrid, 1981) recoge la trayectoria del equipo en No es fiera para domar. Una historia centenaria del Rayo y Vallecas, un ensayo de 244 páginas cuya edición ha sido cuidada al máximo por Altamarea, prologado por el periodista Aitor Lagunas y cuyo epílogo corre a cargo del jugador Óscar Trejo, actualmente en la alineación del club.
El título del libro hace referencia a la canción de Patxi Andión: el Rayo, un nombre que «evoca rapidez y potencia», tardó poco tiempo en demandar un campo, porque no tenía uno propio. Su despegue fue humilde y difícil —fue escalando poco a poco; apenas tuvo trascendencia en la prensa durante los primeros años— pero acabó siendo imparable. Actualmente es un caso único dentro de la liga española, ya que si bien se codea con la élite europea en primera división sigue bien asentado en el arraigo de sus raíces locales.
Contar la historia de este club sin explicar qué era, qué fue y qué es Vallecas es casi imposible, pero Pato, que ya nos propuso otro viaje por el fútbol popular con su debut Grada popular (Panenka, 2022), se embarca en la tarea de analizar las sinergias entre el barrio de Vallecas y su club, sus altibajos, sin olvidar que el equipo es conocido en todo el mundo por plantarle cara al racismo y al fascismo, por ser otro actor más en una lucha social que también se expresa en la grada.
Deliciosamente documentado, el ensayo tiene una firme base de hemeroteca que refleja y contextualiza la realidad social de cada momento del club. Este análisis cronológico dividido en diez capítulos (más o menos uno por década) refleja la lucha social y la resistencia, un sentimiento único que aglutina a la afición y alienta a su equipo en los momentos bajos y los de esplendor. Es un trabajo que destila pasión, aunque también nostalgia. De lo que se trata es de engarzar la historia con ese fútbol que es contrapunto de la élite, y resiste en los márgenes, al calor de la clase obrera. En este recorrido histórico y político del club se mezcla lo micro y lo macro como solo saben hacer los buenos periodistas —y, en este caso, sin necesitar disimular que se es aficionado del Rayo—. Una lectura muy recomendada.
