Si eres hombre, exitoso y profesional se te pueden perdonar muchas cosas y, si además metes goles, puede que incluso agredir a tu novia.
La pasada semana La Razón decidió publicar la crónica de un partido con el titular “Rubén maltrata al Valladolid”, bastaba haber estado un poco pendiente de la actualidad deportiva para saber a qué hacía exactamente alusión. Tan solo un par de semanas antes el Betis llegaba a titulares después de que un grupo de aficionados gritara durante un partido: “Rubén, alé, Rubén alé, no fue tu culpa, era una puta, lo hiciste bien”, haciendo alusión al jugador Rubén Castro, juzgado por agredir presuntamente a su exnovia.
Al periodista que redactó la crónica le debió de parecer un juego de palabras muy original. Probablemente no estaba pensando que de forma aparentemente inocente estaba frivolizando y restando importancia a una problemática — la violencia machista — que se lleva por delante la vida de una media de 50 mujeres cada año en España. El titular, además, no se encontraba en la sección de Opinión de un periódico, sino en un espacio en el que se espera encontrar información, con un mínimo, si no de objetividad, al menos de honestidad, rigurosidad y responsabilidad.
La crónica continuaba: “Brilló el presunto maltratador de su exnovia y seguro verdugo del Valladolid”, y terminaba diciendo: “La tierra de doña Loli, madre que parió a Rubén Castro, presunto lo que sea pero segura estrella del ascenso que ya se vislumbra». Conclusión: Es un presunto maltratador, pero mete goles.
Parece que todavía hay unas violencias que nos duelen más que otras y en el caso de la violencia contra las mujeres aún pervive en nosotros un resquicio de duda. Para qué nos vamos a engañar, ¿quién no ha pensado nunca eso de “algo habrá hecho” ante una noticia de violencia machista?
El ejercicio del periodismo requiere una responsabilidad especial, con las y los lectores y con la información tratada. Titulares aparentemente inofensivos como el anteriormente citado, se convierten en auténticas armas dependiendo de las circunstancias, el lenguaje utilizado y la sección en la que se encuentre. ¿Toleraríamos un titular semejante ante una agresión racista? Una vez más, las víctimas o presuntas víctimas de violencia machista se enfrentan a la criminalización e invisibilización, algo intolerable en un país donde en diez años han sido asesinadas más de 700 mujeres a manos de sus parejas o exparejas.
Novia de Rubén, alé, novia de Rubén, alé, no fue tu culpa, naciste mujer.
Imagen: eldiario.es