Batman es uno de esos personajes icónicos del cómic que, a día de hoy, es imposible que nadie haya oído hablar de él, ya que, a lo largo de las últimas décadas, hemos tenido numerosas adaptaciones tanto en la pequeña como en la gran pantalla. Sin embargo, lo que muy pocos conocerán, irónicamente, es precisamente al Batman que reside en las páginas de los cómics: el que posee infinidad de relatos desde su primera aparición en mayo de 1939 en la revista Detective Comics, estando la gran mayoría de ellos recopilados en diversos volúmenes y siendo uno de ellos el que vamos a analizar a continuación, Una Muerte en la Familia, publicado originalmente entre finales de 1988 y principios de 1989, que forma parte de la colección Grandes autores de Batman, de ECC Ediciones.
No hay más que echar un vistazo a la carrera de los dos autores de este volumen para comprender por qué forman parte de esta colección. Jim Starlin, encargado del guion de esta historia, también es dibujante y ha participado en grandes relatos del cómic tales como La muerte del Capitán Marvel o La Guerra del Infinito, estando este último en boca de muchos, pues su adaptación cinematográfica está prevista de estrenarse el próximo año. En cuanto al dibujante de este relato, Jim Aparo, fallecido en 2005, fue especialmente conocido en las décadas de los 60 y 70 por sus trabajos con DC Comics, principalmente con los personajes de Batman, Aquaman y El Espectro.
La historia que nos encontramos en este volumen es una de las más impactantes vividas por el Caballero Oscuro. Tras haber perdido al primer Robin, Dick Grayson, quien se separó de Batman para convertirse en un justiciero solitario como su mentor llamado Nightwing, Bruce Wayne encontró a otro muchacho para sustituir al Chico Maravilla, Jason Todd, un joven más impulsivo y violento que su predecesor, debido a que todavía no ha podido superar la trágica pérdida de sus padres. Es por ello que Batman le relega de sus funciones como Robin hasta que sienta que está preparado para volver a salir a la acción. El muchacho, frustrado, da un paseo hasta su antiguo hogar, donde se encuentra con una vieja amiga de sus padres, la cual le da una caja que contiene algunas cosas personales de su familia. Al echarle un vistazo a su partida de nacimiento descubre que su verdadera madre aún sigue viva y se encuentra en Oriente, por lo que decide ir en su busca a espaldas de Bruce. La casualidad quiso que Batman también se dirigiera allí tras seguirle la pista al Joker, quien se encuentra en esa región para vender un arma nuclear a unos terroristas, acabando por colaborar mutuamente para llevar a cabo sus respectivas misiones.
Ahora bien, ¿por qué esta aventura de Batman resulta tan impactante? Pues porque, por primera vez en la historia, el desenlace lo decidieron los lectores, dándoles a elegir si Robin moriría a manos del Joker o si, por el contrario, sobreviviría, facilitando para ello dos líneas telefónicas, pues por aquella época las redes sociales no existían. El resultado de dicha votación no lo revelaré, pues, aunque a estas alturas es de sobra conocido por los aficionados a los cómics, seguramente haya también un amplio sector que se esté iniciando en el mundillo y quieran descubrirlo por sí mismos. Lo que sí añadiré es que en el volumen viene incluida una página alternativa en la que muestran cómo habría sido la historia de haber salido el resultado contrario al elegido.
En cuanto al formato de este cómic, nos encontramos con la típica edición de tapa dura, con una buena calidad de papel, acorde para poder apreciar mejor la calidad de las viñetas de Aparo, destacando sobre todo los primeros planos de los personajes, mostrándonos unas expresiones faciales muy realistas, resaltando, cómo no, aquellas en las que aparece el Joker.
Al igual que otras grandes historias como El Largo Halloween o La Broma Asesina, Una Muerte en la Familia es uno de los imprescindibles para todo coleccionista del Hombre Murciélago y para todo amante de los cómics que quiera tener en su biblioteca lo mejor del género.