La mayor asociación de armas de fuego de Estados Unidos, la Asociación Nacional del Rifle (NRA), ha celebrado este fin de semana su convención anual en Indianápolis (Indiana). Con cerca de cinco millones de asociados, la organización ha exteriorizado su deseo de llevar a cabo una gran campaña para recobrar el poder en el Congreso para las futuras elecciones presidenciales de 2016.
Su objetivo consiste en neutralizar el ataque lanzado por políticos demócratas como Michael Bloomberg (ex alcalde de Nueva York) que tratan de endurecer el reglamento sobre comercio y posesión de armas. En su mandato prometió invertir 50 millones de dólares contra este lobby con el fin de sensibilizar a los compradores de la importancia de los exámenes psicológicos.
El director ejecutivo del Instituto del NRA, Chris Cox expresó su posición al respecto: “Bloomberg, usted es un hipócrita arrogante (…) millones de dólares no le dan derecho a decirnos cómo vivir nuestras vidas. Manténgase fuera de nuestras casas, de nuestros refrigeradores, y sobre todo de nuestros armarios con armas, porque esa libertad no está en venta”. Otros políticos y líderes ultraconservadores aprovecharon la ocasión para responder a las críticas y consolidar este derecho de rango constitucional. El evento les sirvió como plataforma de propaganda. «La seguridad de nuestras familias no es algo que la gente deba esperar que la provea el gobierno», afirmó el senador de Florida, Marco Rubio. “La segunda enmienda nos distingue de otras naciones en el mundo. Nos hace más fuertes y mejores. Estamos rodeados por terroristas, narcotraficantes, violadores, ladrones. Y ante esta situación no confiamos en este gobierno para que nos proteja. Estamos solos. Y por eso tenemos que salvaguardar el derecho a mantener nuestras armas en casa”, señaló el vicepresidente de la organización Wayne LaPierre. “Somos más de 100 millones de estadounidenses que tienen un arma. Bloomberg no va a poder contra todos nosotros”, agregó.
Lo más impactante de la reunión es la solución que se propuso de permitir la posesión de armas en escuelas, hospitales y aeropuertos. Parece que las repetidas masacres como la de Columbine o el cine de Colorado, no son suficientes para concienciar de las repercusiones que conlleva la posesión tan descontrolada de estos artilugios. Son muchos los afectados que reniegan de este derecho tan controvertido. Sin embargo, los 70.000 asociados que estaban en la convención parecían coincidir al preguntarles si su posición sería la misma si uno de sus hijos hubiese sido asesinado en esos incidentes. La contestación fue radical: «Mira, si hubiera sufrido las mismas heridas en un accidente de tráfico, ¿estaría en contra de los coches? Lo siento por los afectados, pero la culpa no es de la pistola», expresó Don, director del foro online Guntipsandtalks.
Ningún demócrata estaba presente en la convención. Sólo políticos republicanos como la la ex gobernadora de Alaska y ex candidata republicana a vicepresidenta de Estados Unidos, Sarah Palin, que exigió medidas de tortura para los «terroristas» y aseveró que las aplicaría si ella estuviese en el poder. Parece clara la postura de estos asociados, pero tampoco dejan ninguna duda las cifras aportadas por el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) que revelan que cada hora se registra una media de tres muertes relacionadas con armas de fuego en EEUU y siete personas son impactadas por bala. Otro dato manifiesta que 53 suicidios diarios son llevados a cabo a través de un arma. Además, Gun Policy cifra que en 2011 fallecieron por delitos relacionados con armas 32.163 personas, más del doble de las muertes registradas en todo el mundo por atentados terroristas (12.553, según el Centro Nacional Contra el Terrorismo). Los números hablan por sí solos.