El sello Reservoir Books, perteneciente a Penguin Random House, ha publicado recientemente Carlitos y Snoopy. Las mejores tiras de Peanuts: un volumen que recoge las viñetas más emblemáticas de Charles M. Schulz, dividiéndolas por décadas. Esta edición, que ve la luz por el 75 aniversario, se convierte en la antología más completa de Peanuts. A esto debemos sumarle que esta edición es de alta calidad: la cubierta es dura y resistente y el papel es denso, por lo que este volumen se convierte por derecho propio en un imprescindible para los lectores y fanáticos del perrito y sus amigos.
Sorprende el dibujo de los personajes en los 50, casi irreconocibles y con poca presencia de Snoopy, cuya aparición se reduce a sonidos y pensamientos, interactuando levemente con los niños; sin embargo, el humor y la dulzura ya se dejan ver en las primeras viñetas, vinculadas con típicos juegos de la infancia, como el de los indios y los vaqueros o el de ser astronauta, y en las que hacen una aparición estelar un Linus y una Sally bebés. En los 60, las reflexiones de Snoopy se vuelven más complejas, escribe a máquina y comienza su amistad con los famosos pájaros amarillos, acciones muy ligadas al adorable sabueso; el mundo de los adultos irrumpe en la vida de los niños que han de separarse temporalmente.
En los 70, Snoopy encarna diversos personajes que amplian su universo y aparecen dos nuevos muchachos en la pandilla: el pequeño Bis (hermano de la cascarrabias Lucy y Linus) y Franklin (el primer personaje de color de Schulz y un claro alegato del autor por la igualdad); además, la familia de Snoopy se amplía y ya un ave recibe el nombre de Woodstock. En los 80 Marcie y Patty cobran mayor protagonismo y empieza a surgir el amor entre los integrantes del grupo, acercándose algunos de ellos a la adolescencia. Las viñetas pertenecientes a los 90 y los 2000 continúan con la esencia de las décadas anteriores, fortaleciendo las relaciones entre la pandilla e incluyendo algunas referencias culturales de esos años.
Charles M. Schulz creó a través de sus tiras cómicas, publicadas originalmente en prensa, un mundo en el que la infancia y la adolescencia de estos personajes tuvieron un lugar primordial en el corazón de muchos lectores que acabaron adorando a la pandilla. El historietista estadounidense logró ser, con Peanuts, el dibujante de cómics de más éxito de la segunda mitad del siglo XX y hoy día algunos de sus personajes forman parte del imaginario colectivo de la contemporaneidad: la inocencia de Carlitos, la perseverancia de Lucy por lograr la atención de Schroeder o la falta de complejos de Pig-Pen suponen una enseñanza para los lectores de la actualidad. ¡Larga vida a Peanuts!
