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La inauguración «negra» de la Expo de Milán

La apertura Expo de Milán se convierte en el escenario perfecto de una auténtica batalla campal entre el «Bloque Negro» italiano y la Policía. Los disturbios significan un revés para el Gobierno de Matteo Renzi que esperaba que la famosa feria ayudara a mejorar la imagen de Italia tras años de declive económico e inestabilidad política.

La Exposición Universal de 2015, más conocida como Expo 2015, se está celebrando este año en Milán. El lema es ‘Alimentar el planeta, energía para la vida’, por lo que durante 6 meses se intentarán abordar los problemas del hambre, la desnutrición crónica y la erradicación de los mismos. La Expo de Milán de 2015 comenzó el 1 de mayo y finalizará en octubre.

Disturbios Expo - Flickr bajo licencia creatives commonsPero los comienzos de esta Expo no han sido los deseados por las instituciones organizadoras. El día anterior a la inauguración ya hubo algunas protestas de colectivos que consideraban la Expo de Milán de 2015 como «un fraude». La ciudad italiana fue escenario desde primera hora de la tarde de una manifestación bajo el lema “Expo: deuda, cemento y precariedad”, que transcurría pacíficamente. Sin embargo, en la cola de la manifestación se encontraban varias decenas de encapuchados seguidores del conocido “Bloque Negro”, una forma de reivindicación violenta surgida a finales de los 80 con ideología anticapitalista.

Los antisistema comenzaron a arrojar piedras, botellas, petardos y todo tipo de objetos a los policías antidisturbios. Estos en un principio respondieron con cañones de agua a presión, sin embargo, al intensificarse los ataques, procedieron al lanzamiento de gases lacrimógenos que acabaron dispersando la manifestación. Lo que dejó, a un día de la inauguración de la Expo de Milán, 11 heridos, 5 detenidos y daños millonarios contra entidades bancarias, sedes de grandes empresas e incluso contra la empresa que gestiona el trabajo temporal en la Expo, Manpower.

Fuentes policiales atribuyen esta protesta a aproximadamente 800 jóvenes. El alcalde de la ciudad, Giuliano Pisapia, se apresuró a llamar a las fuerzas del orden para “aislar, identificar y castigar a estos delincuentes que están devastando la ciudad”.

La Justicia de Milán no se hizo esperar y dictó prisión cautelar para los detenidos en los disturbios. La jueza de Milán, Donatella Banci Buonamici, aceptó la prisión como medida cautelar que pedía la Fiscalía. Durante los interrogatorios, los cinco detenidos se han declarado inocentes y han afirmado que no participaron en las disputas violentas sino que se manifestaron pacíficamente en contra de la Exposición Universal. Los detenidos fueron acusados de protagonizar violentos enfrentamientos con la policía en el centro de la ciudad italiana. La primera medida que se ha tomado ha sido reforzar la seguridad en la ciudad italiana con un total de 4500 agentes.

La Exposición Universal, ocupa 110 hectáreas a unos 16 kilómetros al noreste de la ciudad, y participarán 145 países. Los países que más han invertido en sus pabellones son los Emiratos Árabes (72 millones de euros), China (60) y Alemania (58). Le siguen Estados Unidos (48) y Japón, México y Rusia, con 42 millones cada uno. Está previsto que durante los seis meses de celebración visiten Milán de 40 a 70 jefes de Estado o de Gobierno y más de 1.000 ministros. Con 10 millones de entradas ya vendidas, las autoridades esperan la asistencia de unos 20 millones de personas, la mitad de ellos extranjeros, y estiman ingresos por más de 10.000 millones de euros.

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