Se acaba mayo y comienza junio. Llega el verano y la televisión cambia. El curso académico y televisivo finaliza un año más y es ahora cuando entra la nostalgia y la añoranza a programas, espacios de entretenimiento o ficciones que echamos de menos en la estación veraniega protagonizada por el sol y el tiempo libre. Esta semana en La Huella Digital hemos hecho un mini ranking sobre aquellos programas televisivos que hace años no están en nuestras cajas tontas y que muchos echamos de menos.
- Grand Prix
“Es el Grand Prix, es el Grand Prix, el programa del abuelo y el niño”. ¿Quién no veía verano tras verano este programa tan divertido y ameno, presentado por Ramón García, que hacía que cada semana un pueblo de España se llevara un premio después de superar pruebas de todas las envergaduras? ¿Quién no se ha reído sin parar con los atropellos de las vaquillas con ciento y un nombres, motes y rimas? ¿Quién no ha deseado poder saltar los famosos troncos locos? ¿Quién no ha sufrido desde el sillón de casa por no saber cuando explotaría en la cara de los famosos que representaban a cada pueblo la patata caliente? Todos extrañamos a Ramonchu y a las vaquillas.
- Furor
¿Qué sería de un verano sin las orquestas de los pueblos que nos hacen tararear desde Paquito el chocolatero hasta Follow the leader? No eran cantantes de orquesta pero, al menos, lo intentaban.
Las sintonías de “Furor, furor, nanananana” o “Popurrí, popurrí” aun resuenan en la memoria de muchos de nosotros. El programa de Alonso Caparrós combinaba la música, el karaoke y la locura de los famosos de España. Como si cantantes de orquesta fueran, éstos tenían que enfrentarse a numerosas pruebas cantando a grito pelaó y separando en un digno ring a los chicos contra las chicas.
- Operación Triunfo
Pilar Rubio llevó al reality show de los triunfitos a la tumba y a pesar de la emergencia de nuevos formatos como La Voz, la verdad es que la vida cotidiana de Operación Triunfo se echa mucho en falta. Aquellos triunfitos que se encerraban en una academia de música durante varios meses se convertían en los verdaderos protagonistas de una película en vivo y en directo y se convertían en los referentes e ídolos de muchos que soñaban con la música.
¿Quién no recuerda la historia de amor que surgió entre Chenoa y Bisbal entre esas cuatro paredes? ¿Quién no se emocionó al ver a Rosita de España representarnos en Eurovisión con el mítico Europe’s living a celebration? ¿Y quién no se tensó con los enfrentamientos y las críticas de Risto Mejide hacia los triunfitos productos?
- Fama, ¡a bailar!
Si los cantantes tuvieron la oportunidad de darse a conocer a través de un trampolín mediático y televisivo, los bailarines no fueron menos. Otra academia, otra realidad, otro sueño, otras historias, otros personajes. Si Pilar Rubio fue quien sentenció Operación Triunfo, Tania Llasera fue quien lo hizo con Fama.
Puede que volvamos a disfrutar de cientos de coreografías, con lágrimas, sudor y lágrimas por parte de los concursantes. Puede que volvamos a disfrutar de nuevo con las coreografías hot de Rafa Méndez y con los nuevos ñus porque hace un par de meses corre el rumor de su vuelta a la parrilla de Cuatro.
- Club Megatrix
Allá por el año y verano del 2003 el programa Megatrix de Antena 3 escaló posiciones en la audiencia gracias al optimismo, la alegría y la diversión de la ex triunfita Natalia Rodríguez y Jordi Cruz. Y es que Megatrix no solo ha sido un contenedor ininterrumpido de series infantiles para los más pequeños de la casa, también ha sido capaz de hacer vibrar a los más niños de pruebas infantiles desde el parque de Faunia o el Aquópolis. Ahora, en cambio, no hay más que series ficcionales donde Sin Chan y Zoey 101 son los ídolos de los pequeños. ¿Dónde queda la diversión y el juego con los amigos del verano?
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