Javier Arries, licenciado en Ciencias Físicas, nos acerca en su libro, publicado por Luciérnaga, un Antiguo Egipto sometido por los dioses, magos, sacerdotes, genios… donde la magia es uno de los máximos poderes. A través de mitos, historias y cuentos —que comienzan con la creación del mundo y del panteón egipcio— retrata una civilización que se ha alimentado de la superstición y la hechicería, creando, de este modo, todo un pensamiento sobre ello, además de unas costumbres condicionadas por su folclore. Sin embargo, no todo queda en mitos e historias antiguas, sino que el autor rastrea esta influencia mágica hasta la actualidad.
La cultura del Antiguo Egipto puede parecer lejana, ya no en el tiempo, sino también por el idioma. Para ayudar a acercar y contextualizar el mundo del oscurantismo, maldiciones, amuletos, etc., en las primeras páginas se pincela a grandes rasgos un breve marco histórico que sitúa al lector en el mundo antiguo de manera acertada y concisa: desde los primeros pueblos, pasando por la dinastía Ptolomeos, hasta que Egipto se convirtió en una provincia romana. De este modo, la comprensión espacio-temporal de los capítulos posteriores resulta más sencilla. En un intento de aproximarnos eal idioma, Javier Arries indica en el prólogo la decisión de adaptar la fonética de los nombres de ciudades y dioses a la del castellano para facilitar su lectura. Asimismo, se usan las denominaciones griegas, que resultan muy conocidas, de muchos de los dioses o ciudades como Thot (Dyehuthy) o Heliópolis (Iunu).
En los siguientes capítulos, se hace un recorrido por la magia, su historia, la creación de la escuela de magia, oráculos y médiums, entre otros muchos temas. El origen divino de este arte es motivo de un gran poder; así lo dominarán deidades y mortales, lo que ocasionó su difusión a través de las escuelas dirigida por los magos oficiales. Sin embargo, la magia también era temida por los dioses, ya que nada ni nadie estaba a salvo de su influjo. La magia no solo comprende conjuros y sortilegios: los amuletos y los talismanes eran otras de las piedras angulares, dando protección o funcionando como catalizadores de los sortilegios.
Si la civilización egipcia es conocida por las grandes pirámides y el tratamiento que daban a sus difuntos, la muerte no podía faltar en este viaje mágico. Los rituales, el embalsamamiento de las momias, la búsqueda de la inmortalidad o las riquezas y figuras que rodean los sarcófagos y las tumbas no son elementos aleatorios; todos ellos cumplen funciones, ya que los espíritus de los muertos podían ser origen de muchos problemas para los vivos. No obstante, la magia no solo es una búsqueda de poder o una manera de ahuyentar a los muertos o evitar maldiciones; también está presente en las curaciones y en la medicina.
La magia no termina en una época lejana: no terminó con la última Cleopatra ni murió entre los mitos del antiguo panteón. En la historia y en la vida cotidiana quedan muchos vestigios de todo lo que fue. Así pues, ¿qué relación tiene Fantasía de Walt Disney con los mitos del Antiguo Egipto? ¿Y con la obra de Goethe? Si queréis conocer más sobre el Antiguo Egipto, no dejéis pasar la oportunidad de acercaros hasta un mundo lleno de historias que ha influido sobremanera en el pensamiento y en la vida actual.