El pasado 8 de diciembre se estrenó la nueva comedia del Teatro Alfil, Muerto en el acto. Esta primera representación fue todo un éxito ya que se consiguió el aforo completo y además el público disfrutó enormemente del espectáculo. Entre los asistentes se encontraban varios actores y actrices como Llum Barrera, Gonzalo Ramos o José Manuel Seda.
Una vez ocupados todos los asientos, pasados unos minutos, en el momento más inesperado se abre la puerta de entrada y aparecen dando gritos los dos personajes principales: el inspector Mercadal y el subinspector Marino. Es entonces cuando da comienzo la trama. Han sido informados de que durante la obra de teatro El revuelo de la codorniz el protagonista ha sido asesinado. Para descubrir quién ha sido el culpable los dos inspectores interrogarán a los actores de la representación, los cuales darán respuestas muy diversas que acabarán por confundirles. En un principio todos ellos son sospechosos, pero también lo es el público, ya que también está presente en la escena del crimen.
Son sólo tres los actores que participan en esta representación: María Zamora, Diego Braguinsky y Josep Manuel Casany. Sin embargo, cada uno de ellos interpreta dos papeles; así, los personajes se duplican y en consecuencia también lo hace el número de posibles culpables del asesinato. Además, para reconstruir los hechos, se recuerdan fragmentos de la pieza teatral que interpretan los sospechosos, lo cual complica aún más la tarea de los actores. Sin embargo, todos ellos demuestran ser unos auténticos profesionales en escena encarnando perfectamente todos estos papeles.
El guion es original de la compañía Ornitorincs, fundada en el año 2004 por uno de los propios actores de la función, Diego Braguinsky. Tras su exitosa carrera como presentador de televisión durante los años 80 decidió crear la compañía para poder volcarse así en su verdadera vocación profesional: el teatro. Braguinsky también se ocupa de la producción ejecutiva de todos los espectáculos de Ornitorincs y, además, cuenta con el apoyo de Jaime Pujol. Juntos determinan la línea artística de los trabajos que sacan a la luz. En esta ocasión Pujol se ha encargado tanto del guion como de la dirección de Muerto en el acto.
Por otro lado, cabe destacar que una de las claves del éxito de esta comedia reside en la buena utilización que se hace del humor absurdo. Aunque parezca sencillo y «gratuito» es un humor inteligente y elaborado que en muchas ocasiones se basa en textos de grandes dramaturgos como Jardiel Poncela, Arniches y Muñoz Seca. Además, el teatro dentro de una obra de teatro resulta efectivo ya que la representación se vuelve más dinámica, algo que los espectadores agradecen.
En estas peculiaridades de la obra se encuentran también sus defectos, y es que Muerto en el acto no es apta para todos los públicos. Va dirigida a los amantes incondicionales del teatro que, en consecuencia, tengan muchos conocimientos acerca de la historia del teatro español y de sus principales autores. Por esta razón puede que ciertas personas puedan llegar a aburrirse en algunos momentos del espectáculo por no comprender los chistes que contiene.
En definitiva, esta obra está dedicada a aquellos que adoran y admiran todo lo que esté relacionado con el escenario. Si eres uno de ellos no dudes en ir rápido a disfrutar de ella en el Teatro Alfil ya que aunque está recién estrenada, sólo está en cartel los martes y miércoles hasta el día 30 de diciembre.
Fotografías: http://www.ornitorincs.com/index.php/2014-04-02-16-28-06/category/11-muerto-en-el-acto
