Vuelve a las pantallas de televisión el reality viajero por antonomasia: Pekín Express. De la mano de Antena 3 y de su nueva presentadora, Cristina Pedroche, la Ruta de los Mil Templos nos acercará a la aventura, a paisajes de tierras de ensueño y la vertiginosa carrera por llegar en primer lugar y hacerse con el premio final.
Ya está aquí, ya llegó. Lo que muchos anhelábamos. Tanto que hasta llamamos para el casting y ni siquiera tuvimos la suerte de ser preseleccionados. Pekin Express ha desembarcado en nuestros hogares y lo ha hecho con buena audiencia, aunque no tanto como cupiera esperar, pues compitió con la horrorosa Anclados y acabó perdiendo la noche. Una mala elección la tiene cualquiera, huelleros.
8 etapas en lugar de las 15 habituales de otras entregas constituirán la Ruta de los Mil Templos de este año, que nos llevará a recorrer sitios tan mágicos como Birmania (actual Myanmar, que luego me pasa lo que me pasa con los nombres antiguos), Malasia o Singapur. Una ruta fantástica en la que como siempre nos toparemos con el choque cultural, los problemas de la convivencia, la hospitalidad de los nativos, la magia de las pruebas o paisajes inolvidables. Porque la realidad es que no se ha hecho en España un reality así, ni parecido. Hubo algunos intentos con El Bus por las distintas ciudades de nuestro país o la inefable La Vuelta al Mundo, ambas dos también en Antena 3, la misma cadena que emite ahora Pekín Express tras su huida de Cuatro.
Y es que fue en la en un primero momento se llamó cadena alternativa donde se originaron muchos programas y muy buenos, antes de su fusión de Telecinco y la posterior vasilización de su parrilla; aunque ese debate sería carne de otro artículo. Como decía, fue en Cuatro donde surgió todo, primero teniendo como directora de carrera a Paula Vázquez, después en dos entregas a Raquel Sánchez-Silva y finalmente a Jesús Vázquez. Porque una de las claves del éxito de este espacio recae en su presentador o presentadora. Las dos primeras, carismáticas, entregadas así como afables y cercanas cuando había que serlo y tajantes y serias cuando la situación lo requería, cumplieron su papel con excelente nota. Jesús Vázquez, en cambio, desperdició su aventura, la pasó con un mohín como si estuviera oliendo pis y en ningún momento logró ni conectar con los concursantes ni con los espectadores, dando la sensación de que aquello era un trabajo endosado y engorroso que sacaría adelante sin ganas. Algunos aún no se lo hemos perdonado.
Cristina Pedroche es la nueva directora de carrera. Simpática, llana, sonriente y llena de un carisma popular similar a la que destilaba por ejemplo Indurain, la vallecana afronta su mayor reto en esta ruta en la que tendrá que demostrar que está en la televisión por méritos propios. Su papel es decisivo, y si bien en la primera entrega estuvo correcta y serena, en el programa posterior Esto No es Pekín, un refrito de tomas falsas, material inédito y making off, la pudimos ver como es ella, graciosa, miedica y espontánea. No obstante, Pedroche, esperamos más de ti, los Pekinéfilos somos exigentes.
Pero pasemos ya sin más dilación a conocer a los verdaderos protagonistas de esta aventura, los concursantes. Las 8 parejas que se batirán el cobre por alzarse con los amuletos, premio de cada etapa, y el trofeo final. Aunque no olvidemos que la sola participación en este reality es ya un premio gordo para muchos.
-Los amigos rurales: sin saber idiomas, ni orientación, ni por lo que se veía haber viajado mucho, la pareja formada por Nene y Culi (juro que se llaman así) se plantaron en el casting y ha sido la primera en caer eliminada. Según Pedroche tienen una oportunidad de salvarse, pero es una ocasión que caerá en saco roto, pues las dotes aventureras de estos dos amigos se cuentan con números negativos.
-El matrimonio: impagable fue el momento de ver a Lourdes descender como si de un cristo de la cruz fuera desde una de las furgonetas que había transportado a la pareja, e igual de impagable fue verla ascender por las escaleras de un monte santuario, que no era Lourdes, aunque en él pareciera que los milagros se dieran cita de igual modo. More es la parte masculina de este matrimonio bien avenido del cual ya hemos presenciado algún que otro roce y que huele a divorcio tras la carrera. Carne de cañón de una eliminación en ciernes.
-El padre y el hijo: Falagán y Fala, o los Falafel, como prefiráis, son la pareja formada por un padre que no debió de compartir mucho tiempo con su retoño en su momento y un pequeño que al crecer se hizo más bien díscolo. No obstante, esta mezcla peculiar y envuelta por ese misterio familiar del que sólo dejan entrever detalles fueron la pareja ganadora de la primera etapa. Darán guerra hasta el final, para bien o para mal.
-Los cuñados: desde el principio de su presentación, ha habido un cierto morbo por ver si los dos cuñados dejarán de serlo para pasar a ser algo más serio durante la carrera. Pero lo cierto es que Ángel y Bea son tan pavisosos que aun viéndolos jincar con un paisaje Malayo de fondo, atraería más mi atención un pastor espantando vacas a su lado. O se ponen guerreros o les pisarán el cráneo el resto de aventureros, lo cual sí que alimentaría mi atención sobre esta pareja.
-Los blogueros: no se puede negar que Lorea y Ángel tienen muchas papeletas para ganar este concurso. Son simpáticos, jóvenes, viajados y saben idiomas, lo cual facilita el aguante en la carrera y el encontrar hospedaje y transporte a lo largo de la misma. Ella ya nos ha dejado claro que es la hija de Bakero y que se ha recorrido medio mundo, por lo que deseo que, ya que está dentro de sus posibilidades seguir viajando, el programa lo gane cualquier otra pareja más genuina.
-Los desconocidos: la pareja de este año de desconocidos han cuajado desde el comienzo. Él, Aitor, vasco y con un corazón que no le cabe en el pecho, y ella, Charo, gaditana y la otra mitad de una media naranja con tintes de Ocho Apellidos Vascos. Por el momento la pareja ha congeniado fenomenal y nos ha dado buenos momentos como el de la ascensión del monte o el momento ducha, por separado, eso sí. Mis favoritos para ganar el concurso.
-Los gemelos: son los Gemeliers de Pekín Express. No cuentan ni con 20 años, ni con mucha madurez por lo que se ha visto, sino que más bien hacen gala de ser malcriados a la par que maleducados. Rechazaron varias veces con malos modos participar de las costumbres de los oriundos y sus peleas son frecuentes. Rozan el histrionismo, pero no negaré que nos han regalado un par de momentos divertidos. Merecen sufrir en la carrera y forjarse como hombres de verdad.
-Las canarias: creo que el cabildo de las Islas Canarias debería de emitir un comunicado desmintiendo que el resto de la población sea como María del Amor y Yareli. Altivas, ególatras, poco compañeras, hurañas y muy malhabladas, así son estas dos criaturas que bien podrían haber salido de un programa de Pressing Catch femenino. Aunque por otro lado, son competitivas, mucho, que es de lo que trata este programa. Vaticino enfrentamientos memorables con el resto de parejas y una eliminación propia de una caída a los infiernos. ¡Al Teide con ellas!
Hasta la semana que viene, huelleros. Sed felices y lograd vuestras metas.
PD: mi reflexión final de telespectador de hoy es: “Recuerdos. Leticia Sabater y Raquel Mosquera en Expedición Imposible. No digo más.”
Fotografías propiedades de antena3.com
