Destino publica la última obra de Víctor Amela, Si yo me pierdo, una novela inspirada por la Cuba lorquiana. En 1930, Federico García Lorca llegaba a Cuba; de ella dijo en una carta que “Esta isla es un paraíso. Cuba. Si yo me pierdo, que me busquen en Andalucía o en Cuba”, pues “El ritmo de la ciudad es acariciador, suave, sensualismo y lleno de un encanto que es absolutamente español, mejo dicho andaluz”.
Si yo me pierdo es una obra en la cual se entretejen dos historias: por un lado, la aventura del propio autor, Víctor Amela; por otro, la vida novelizada de Federico García Lorca en Cuba. De este modo, acompañamos al narrador por todo el país caribeño siguiendo los pasos de Lorca, reuniendo anécdotas, textos periodísticos de la época o el testimonio de viejos conocidos del poeta. El periodo que el granadino pasó en Cuba es, quizá, uno de los menos estudiados de Federico García Lorca. Amela propone un acercamiento al poeta diferente. Uno en el cual juega con la imaginación y la propia obra del granadino para reconstruir a un personaje literario. De este modo, el eco de la voz del granadino se escucha entre las páginas de un viaje de investigación e ilusión.
Así pues, esta es una novela a caballo entre la ficción y un cuaderno de viaje con un toque de documentos históricos, redactada para crear una bonita armonía. La huella que imprimió Lorca vibra entre las calles de toda la isla. Sin embargo, han pasado algo más de noventa años; ello implica que cada uno de los rincones de la isla caribeña han sido testigos de diversos hechos históricos, de varias anécdotas. Estas se rescatan desde el presente para otorgarle una mayor perspectiva del paso del tiempo. Esta es una de las claves: los lugares míticos de Cuba se cubren de una doble capa de pasado y presente para brillar, crear nostalgia a través de un estilo rico en matices y certero en ideas.
Destino nos trae una novela ágil, interesante con sabor a melancolía, Caribe y Lorca. Esta lectura nos trae a un Federico creado a partir de sus textos literarios, personales y conferencias. Una aventura y rigor histórico se unen en Si yo me pierdo para crear un diálogo entre pasado y presente. La edición trae, además, un par de mapas con los itinerarios y lugares que visitó Lorca, y fotografías. A mí me dan ganas de irme con el libro debajo del brazo para curiosear, contemplar esos lugares tan emblemáticos y vivir mi propia odisea porque, si yo me pierdo, que me busquen en Cuba.