«Perder cosas tiene que ver con la desaparición de lo conocido, perderse tiene que ver con la aparición de lo desconocido».
Conocí el trabajo de Rebecca Solnit cuando en 2016 Capitán Swing publicó el que fue uno de los libros de aquel año: Los hombres me explican cosas. Todavía hoy sigo recomendando y dejando aquel conjunto de ensayos que, desgastado por el uso, sigue arrojando luz sobre las desigualdades de una forma profunda, pero cercana.
Demostraba Solnit con aquellos ensayos su compromiso con la búsqueda de una sociedad distinta, una todavía no conocida. Y de eso trata precisamente este nuevo libro también editado por Capitán Swing, que cumple diez años trayéndonos a una de las autoras clave de su catálogo. Una guía sobre el arte de perderse, publicado originalmente en 2005, nos invita a cambiar el rumbo, a salirnos del camino, a reconocer la inmensidad de lo desconocido. Pero antes de emprender este viaje, opina Solnit, quizás, debamos pensar en desacelerar nuestras vidas.
«Algo que me preocupa hoy en día es que muchas personas nunca disuelven sus ejércitos, nunca van más allá de aquello que conocen. La publicidad, las noticias alarmistas, la tecnología, el ajetreado ritmo de vida y el diseño del espacio público y privado se confabulan para que así sea».
Llega Una guía sobre el arte de perderse a España en un momento en el que hemos tenido tan limitada nuestra movilidad que podemos pensar que lo que ya no tenemos, precisamente, es la capacidad de perdernos, de descubrir y cambiar. Y, sin embargo, puede que la persona que cerró la puerta de casa allá por marzo haya salido siendo una persona distinta; quizás hayamos regresado a lugares,reales o figurados, que nos descubren algo que siempre estuvo ahí, pero que se le escapó a la persona que antes éramos.
Solnit tampoco se pierde en lugares lejanos, no físicamente, pero sí busca ideas que pueden parecer lejanas o perdidas, conocimientos que desconocíamos o que no recordábamos conocer. No viajamos con la autora a países exóticos, sino que paseamos de manera constante por los mismos lugares, pero en distintas épocas, vistos a través de los ojos de otras personas que lo transitaron o disueltos en la bruma de los pensamientos de la autora. Solnit nos habla del pasado, presente y futuro de un desierto que forma parte de la construcción de su propia identidad.
«Algunas personas heredan valores y costumbres que son como una casa en la que habitan; algunos tenemos que prender fuego a esa casa, encontrar nuestro terreno, empezar a construir desde cero, para pasar por una especie de transformación psicológica».
Nos lleva la autora de la mano a través de unas páginas que son ensayo, pero que también son narración, autoficción, y que esconden un lenguaje y una estructura poéticos. Solnit, incluso, intercala lo que podrían ser los estribillos de esta ordenadamente caótica composición y nos introduce en un mundo azul, el azul de la distancia. El estilo y la estructura elegidos por la escritora, sin duda, atrapan y pierden al lector en un mar lleno de reflexiones que representan la idea misma de conocimiento, desconocimiento, pérdida y encuentro.
No obstante, Solnit, ferviente activista, aprovecha el entramado estético para plantar la semilla de la la crítica. Denuncia en general al capitalismo voraz y frenético, pero particularmente el efecto de la mano de los seres humanos sobre aquello que desconocen y no se molestan en conocer: la naturaleza que los rodea. Solnit se encandila y nos encandila con sus descripciones de la fauna y la flora de su querido desierto para luego echarnos un jarro de agua fría y arrojar luz sobre aquello que desconocíamos que habíamos perdido y, sobre todo, sobre aquello que parece que desconozcamos que podemos perder.
«El presente se puede imaginar ya como un arca de Noé en la que la avaricia, el crecimiento y la contaminación son tres piratas que están tirando a los animales y plantas por la borda hasta el fondo del mar que es el pasado».
Reconocida por la revista Reader Magazine como una de las visionarias que está cambiando el mundo, Rebecca Solnit es una de las voces más interesantes del panorama internacional. En España, por el momento, se pueden leer cuatro de sus libros gracias a Capitán Swing.