Los cinéfilos andamos revolucionados por una de las últimas publicaciones de la editorial Capitán Swing: el guión de Harold y Maude, de Colin Higgins, que originó el largometraje de Hal Ashby, de 1971, y cuyos protagonistas fueron Bud Cort y Ruth Gordon. Y aunque es un guion, estilísticamente parece una novela corta, por lo bien escrita que está; se aprecia que el autor estudiara Escritura Creativa, ya que el guión es fantástico y tiene un estilo del que carecen otros guiones.
Aunque Colin Higgins no pudo dirigir su proyecto, por ser un desconocido en el mundo de Hollywood, Hal Ashby transmitió su esencia, pese a que el segundo no se mostrara inicialmente entusiasmado con el proyecto. Su estreno no gozó del éxito que merecía, puesto que no fue entendida por los espectadores; no obstante, lo cierto es que Harold y Maude se convirtió con el tiempo en una película de culto.
Harold y Maude narra la historia de Harold, un joven de diecinueve años fascinado con la muerte y que ensaya diversos suicidios ante el espanto de su madre, y Maude, una anciana de setenta y nueve años que disfruta de la vida, valorando cada instante como si fuera el último. Esta peculiar pareja se conocerá en un entierro y comenzará a disfrutar de su compañía, descubriendo nuevas aficiones y el sentido de la amistad.
El guion funde el humor negro, la ternura y la sensibilidad, enseñando al lector a descubrir la naturaleza y a disfrutar de las pequeñas cosas del día a día, al igual que lo hacen los personajes. Esta obra de apenas cien páginas amplía algunas escenas, que finalmente se recortaron en el largometraje, y nos desvelan nuevas facetas de los protagonistas, especialmente de la vida de Maude. Por tanto, el guion se convierte en un complemento perfecto de la película y en un imprescindible para los enamorados de esta historia tan peculiar.
Tanto el guion como la película de Harold y Maude son unas joyitas que yo no puedo parar de recomendar y que no os podéis perder. La delicadeza con que la historia es contada y su inmenso final la convierten en una de las más bellas historias del cine y transforman a sus protagonistas en dos personajes inolvidables. Como Maude nos recomienda: ¡saltemos la tapia y durmamos bajo las estrellas!