El 13 de enero llega a la gran pantalla la quinta entrega de la saga Underworld, Guerras de sangre, donde vampiros y licántropos volverán al ataque después de haber sido casi diezmados por los humanos. ¿Para qué unir fuerzas cuando puedes luchar con tu ancestral enemigo e intentar poner fin a su existencia?
La guerra en el inframundo aún no ha acabado y la lucha continúa sin descanso. Mientras que el papel de los humanos vuelve a quedar relegado a servir como alimento, los vampiros y los licántropos recobran fuerzas al margen de la humanidad. Para Selene este conflicto milenario se ha convertido en algo personal, ya que todas las personas que ha amado han sido siempre perseguidas, capturadas y aniquiladas tanto por su raza como por los licántropos. Ahora, un nuevo enfrentamiento se está gestando. Selene continúa su lucha contra el clan licántropo, que buscan la sangre de su hija, y contra la parte del clan de los Vampiros que la traicionaron, que tienen sed de su sangre. Junto con David y Thomas, su padre, intentarán poner fin a la eterna guerra entre licántropos y vampiros, aunque les cueste la vida.
Dirigida por Anna Foerster (Outlander, Mentes criminales) y escrita por Cory Goodman (El último cazador de brujas, El sicario de Dios), cuenta de nuevo con la participación de Kate Beckinsale (Desafío total, El aviador, Pearl Harbor) quien vuelve a encarnar a Selene, Theo James (El benefactor, La serie Divergente) como su compañero vampiro David, y Charles Dance (Juego de tronos, Orgullo + Prejuicio + Zombis) como el anciano vampiro Thomas. El reparto lo completan Tobias Menzies (Outlander, El infiltrado) Lara Pulver (Al filo del mañana, True Blood) y Bradley James (iZombie, Fast Girls).
¿Qué le hace decidir a un director de cine explotar tanto una trama? Y con tanto quiero decir una tetralogía principal, una precuela y rumores de una continuación de esta última parte, Guerras de sangre. Normalmente son miles las películas que fracasan al intentar seguir alargando su fama con nuevas entregas que no superan las expectativas creadas por los fans y mucho menos la huella que dejó su antecesora… Pero luego hay algunas que sí que consiguen seguir cautivando y llenando los cines entrega tras entrega, ya sea por el fanatismo de sus espectadores o por haber conseguido labrarse un hueco entre las sagas más famosas de la historia del cine; un ejemplo de esto es Star Wars o las películas de superhéroes como Los vengadores o X-Men, que con solo salir el tráiler el público ya ha apuntado la fecha de estreno en el calendario, por muy quemada que esté la trama contada.
Underword: Guerras de sangre podría considerarse un término medio entre el fracaso y el éxito. No podemos hablar de una saga de éxito aplastante, pero al público le gusta, y eso es más que suficiente para continuar con la franquicia.
La saga comenzó en 2003 con Underworld, y aproximadamente cada tres años ha llegado una nueva película a la gran pantalla. ¿Será la combinación de vampiros contra hombres lobos, guerra, efectos especiales y este espacio entre cada película lo que ha hecho que cada entrega sea tan ansiada mundialmente? Por un lado, que exista tanto espacio entre película y película debería de hacer que los fans se cansasen de esperar, pero quizá sea ese descanso de vampiros y hombres lobo es lo que hace que al reaparecer un par de años o tres después, la trama vuelva a resultar atractiva para el espectador. Mirándolo desde otra perspectiva, el tráiler vende una más que suculenta trama en la que se mezcla la guerra y la temeridad con nuevos interrogantes, como el pelo blanco de Selene, sus nuevas habilidades y la procedencia de este nuevo grupo de vampiros albinos, una nueva vampiresa con ansias de poder, e incluso para los fans de la relación entre Selene y David, una pequeña escena donde vemos a Theo James cargando con el cuerpo inerte de Kate Beckinsale. ¿Es esto más que suficiente para conseguir atrapar al espectador? Parece ser que sí, según los éxitos en taquilla allá donde ya ha sido estrenada.
Aunque en las entregas anteriores hemos visto a Kate Beckinsale compartir pantalla con Scott Speedman, quien encarnaba al amante híbrido de Selene, Michael Corvin, era Beckinsale quien llevaba sobre sus hombros el grueso de la película, era su personaje el que estaba en el punto de mira segundo tras segundo. Cualquier hecho relacionado con otros personajes acababa desembocando en Selene, y toda acción finalizaba en ella. En Guerras de sangre, el personaje de David, interpretado por Theo James, cobra mucha más fuerza que otros personajes co-protagónicos y comparte escena con Selene como ningún otro personaje había hecho hasta ahora. No se ve al personaje de David como un protegido más de Selene al que siempre tenga que estar salvándole el culo, sino como alguien a la altura de la guerrera de la muerte, alguien con quien compartir el protagonismo. Theo James, a quien ya hemos visto en papeles similares en Golden Boy y Divergente, se desenvuelve más que bien en roles de acción y lucha, por lo que interpreta a la perfección el papel de David. El problema es que como su nombre se hizo mundialmente famoso por dar vida a Cuatro, en Divergente, uno no puede obviar la similitud entre ambos personajes y pensar ‘no sé si estoy viendo un trozo de Divergente o Underworld: Guerras de sangre’.
Y centrándonos en Selene… La actriz Kate Beckinsale no tiene nada que ver con el papel que interpreta, pero cuando se mete en el mono de látex y se abrocha el corpiño Selene vuelve a la vida, y Kate borda el papel, no solo físicamente, sino también en el plano psicológico. Hay tres características principales que destacan en este personaje: fuerza, individualismo y sexualidad. Fuerza porque en todas las películas la vemos someterse a situaciones al límite y salir victoriosa de ello, y por la resistencia sentimental y psicológica que la hace seguir adelante; individualismo porque Selene peca de ser una persona solitaria cuya cabezonería siempre la lleva a rechazar la ayuda; y sexualidad porque es uno de esos personajes que destila sensualidad en cada movimiento, que cautiva tanto al género masculino como al femenino, ya sea por su rudeza, por su alma guerrera o por sus inesperados momentos de debilidad emocional. Algo destacable de la actuación de Kate es su capacidad para transmitir sentimiento y emociones manteniendo el rostro sin expresión, sin permitir que el personaje deje ver sensación alguna pero a su vez mostrándose de una forma íntima que te permite mirar en el interior de Selene, algo que pocas veces ocurre.
Si pensamos en qué se diferencia esta entrega de las demás, encontramos poco que decir. Mucho vampiro, más hombre lobo, una patada por un lado, un disparo por otro, sed de sangre y más sed de sangre. El planteamiento es el mismo, cambian los decorados y se añaden nuevos personajes, pero al final todo gira en torno a la guerra entre vampiros y licántropos, con Selene en el epicentro del problema, teniendo que salvar una vez más a los vampiros, que tan poco se lo agradecen. En Guerras de sangre, conoceremos más sobre David y el nuevo gobierno de los vampiros, Selene descubrirá la realidad detrás de las leyendas mejor guardadas de su especie, y un nuevo jefe licántropo aparecerá para complicarles a vida a todos. Poco más que añadir que no conozcamos ya en estas películas.
Como siempre, en esta entrega también contamos con el malo por parte de los licántropos y el malo malísimo por parte de los vampiros (que admitamos que siempre es peor que el propio jefe licántropo). Lara Pulver es la encargada de dar vida a Semira, una vampiresa perteneciente al consejo que gobierna actualmente a los vampiros, quien aportará un giro inesperado a la trama y dará mucha guerra. La sed de este vampiro no solo tiene que ver con la sangre, sino también con el poder y la venganza, y la veremos hacer todo lo posible por llevar a cabo sus planes de ascenso al poder… algo similar a lo que vimos en la primera película con Kraven, y aunque no se vuelve repetitivo, el final de este personaje es bastante predecible, aun teniendo en cuenta el giro que da la trama gracias a ella.
Eso es lo que falla en esta saga de películas: lo predecible que es, como casi todo en el mundo cinematográfico. Los personajes principales nunca mueren, por muy heridos que estén, y siempre van a ganar las guerras y a tener un final feliz dentro del caos que es su mundo (Juego de tronos es la excepción que confirma la regla). Selene no se escapa de esta ancestral regla, y siempre sale ilesa de todos los enfrentamientos; y si no es así, uno da por hecho que volverá a la vida, exactamente igual que les pasó a Michael y David en las ediciones anteriores. No estaría mal un poco de novedad y que nos quedásemos pegados a las butacas de los cines por escenas que realmente nos cogen de imprevisto y no tienen el final que nos esperábamos. Después de todo, ¿Desde cuándo viene mal un poco de drama?
Algo positivo que contiene esta nueva entrega es la mejora de los efectos especiales, tanto en la creación de los licántropos como en el perfeccionamiento de las habilidades de los vampiros. Los efectos, las peleas y los ataques con armas han pasado de ser medianamente decentes a sobresalientes. Y es que si la productora decidiese reducir el presupuesto de esta sección, la película perdería todo el atractivo y seguramente estuviese destinada a terminar en el fondo del contenedor de desechos cinematográficos; porque películas de vampiros y hombres lobos ya tenemos muchas, y si no sobresales, te vas a pique. Los espectadores ya han visto de todo, desde amor entre un vampiro y una humana, pasando por Drácula y los vampiros más sanguinarios de la historia del cine, y terminando en el hombre lobo que se transformaba solo en luna llena. Por eso los creadores de Underwold se están jugando mucho apostando una vez más por alargar la saga, siendo plenamente conscientes de que puede llegar un punto en el que las películas resulten tan similares entre ellas que acaben aburriendo y nadie vaya al cine a verlas.
Posiblemente la ventaja que la directora Anna Foerster utilizará para atraer una vez más al público en la futura edición de Underwold sea una relación amorosa entre Selene y David, algo que los fans empiezan a suplicar después de ver como saltaba la química entre los dos personajes protagonistas en estas últimas películas. Y es que si algo le falta a la guerrera de la muerte es un hombre que más que cuidar de ella la acompañe en cada guerra y ocupe el lugar que dejo Michael, algo que el personaje de Theo James realiza a la perfección.
¿Llegaremos a ver una nueva entrega de Underworld o, una vez más, el ansia de alargar tramas que ya no dan más de si acabará poniendo punto y final a la saga, obligándola a dejar un final abierto carente de continuación?
2 ideas sobre “Selene vuelve para patear traseros en ‘Underworld’”
Michael es una personaje importante, después de la trama que crearon no puede morir de esa manera tan simple .
Creo que hay más de una persona que echará de menos esa parte que sin ninguna explicación eliminaron de la película.
Me parece miy sexista esta zaga, siempre lo mismo, es decir solo bestias encarnados en cuerpos de hombres, ella le lanza al vacio a un hombre; en este caso puntual,; deberia ser a una mujer a quién ella debería de lanzar al vacio; por otro lado solo se ve a vampiros esparcidos con rastros de sangre por el suelo, no así de ninguna vampiresa; me aburre tanto hembrismo en esta zaga, siento decepción porque pensé que siendo una mujer la directora iba a cambiar eso; pero no; la misma porquería de sexismo donde solo al hombre ella les patea el trasero;