El programa familiar de risas e imitaciones, Tu cara me suena, se ha convertido en un verdadero extraño si lo comparamos con sus anteriores ediciones. Ya no priman las actuaciones imitadoras ni el tono familiar, el espectáculo ha cambiado de torna…
Siempre he sido una fiel seguidora de Tu cara me suena. Y hablo en pasado porque ya no me considero así. En las dos primeras ediciones de este programa de imitaciones, Manel Fuentes and company conseguían atarme al sofá en la noche de su emisión, sin pestañear, haciéndome saltar a carcajadas, llorando a veces de tanta y tanta risa. Incluso, a veces, era capaz de fijarme en las agujas del reloj y contar las horas para que llegaran las diez de la noche y sintonizar Antena 3.
La segunda edición de Tu cara me suena fue más seguida por los telespectadores que la primera. Pero los datos, me dan igual. Me reí tantísimo con momentazos que regalaron famosos tan carismáticos como Santiago Segura (aún recuerdo con melancolía la grandiosa “imitación” que se pegó de Concha Velasco a lo camionero), las riñas y los piques de éste con Angy (¡ay, Angy! Todas las actuaciones las hacía perfectas…). Y prima hermana de Angy ha sido Roko (Loreen, Shakira, Adele, Justin Bieber… De todos los géneros musicales, de todas las nacionalidades, de todos los sexos… Los clavaba a todos). ¿Y qué me decís de Arturo Valls? Le arrebató el título del payaso protagonista del circo al director de Torrente y todos y cada uno de los seguidores del programa estábamos deseando que saliera del clonador para poder verle saltar dentro de una jaula a lo más puro Shakira, enseñar su axila y mostrar sus encantos (pobre Marta Sánchez), hacerse un topless en el escenario imitando a Sabrina o hacer el paso de moda del twerking como Miley Cyrus.
Lástima que esto ya no lo veo por ningún lado. Si las imitaciones primaban en el pasado, al igual que el cariño y las bromas entre los concursantes, ahora lo que prima son los besos. Besos y más que besos. El programa familiar ya no lo es tanto. Más que un concurso esto parece, y perdón por la palabra, un putiferio. ¿Qué necesidad hay de que tengamos que tragarnos como entre concursantes y jurado tengan que pasarse saliva los unos a los otros? Yo si fuera madre, no dejaría a mis hijos ver este programa. No le dejaría ver como dicen tantas sandeces y guarradas en tan poco margen de tiempo. No hay ni un solo programa en cuestión en que no veamos al curioso Ángel Llácer persiguiendo a un concursante en busca de su beso robado o perdido.
¿Y qué decir de esta tercera edición acerca de la competencia? Compañerismo cero patatero. Aunque lo entiendo porque es un concurso y todos quieren ganar y quedar el primero en el ranking (y quién diga que no, MIENTE). Pero la tensión entre Edurne y Melody cansa e irrita demasiado. Las miraditas que se echan la una a la otra, la cara de bulldog que ponen las divas cuando no reciben alguna vez los doce puntos, están al menú del día en Tu cara me suena. Por cierto, ¿qué emoción existe, a día de hoy, en el programa? Está claro que va a ganar una de estas dos, ¿por qué alargar tanto la espera y el sufrimiento para las dos? Además, Los Chunguitos, José Manuel Soto o Ángela Carrasco querrán acabar ya con los cuatro o cinco puntos que arrastran cada semana a sus costados.
Hablando de Los Chunguitos… Sí, sí, mucho “CU-A-REN-TA años llevamos en la música” pero a mí ya me cansan. Parecen unos monologuistas que siempre están buscando las risas del público. Quieren llamar siempre la atención, más que Florentino Fernández (y eso ya es difícil) y no se molestan en hacer ni una sola actuación en condiciones (y sino que se lo digan a Ana Belén y Víctor Manuel). Bueno, algo sí han hecho bien. Regalaron a los espectadores un momentazo al lado de su hermana Toñi Salazar con su actuación de Acuario. El escotazo que llevaba la Salazar hizo mostrar sus encantos de delantera. ¿Lo mejor? La cara de Ángel Llácer y Mónica Naranjo, saliéndose los ojos de sus órbitas, y pidiéndola que se tapara. ¿Mejor que esto? Que a Toñi le fue indiferente e hizo un gesto típico de “Buagh, da igual…”. Eso sí, finalmente, se tapó, haciéndonos un favor.
Y mientras espero a que nunca llegue el día en que se corone vencedora de esta tercera edición de Tu cara me suena Llum Barrera… disfruto de los más pequeñajos en La Voz Kids.
Fotografías: Fotografía 1 propiedad de: www.antena3.com
Fotografía 2 propiedad de: www.mejoreschops.com