Ha caído en mis manos el libro Más que palabras (Galaxia Gutenberg, 2016) de Pedro Álvarez de Miranda.
No es un libro cualquiera, como tampoco lo es su autor: catedrático de Lengua Española en la Universidad Autónoma de Madrid, académico de la Real Academia Española —aunque no siempre esté de acuerdo con sus decisiones—, este discípulo de Rafael Lapesa y de Manuel Seco lleva varios años desentrañando la historia de las palabras de hoy y del pasado. Y no es una labor nueva, pues la lleva realizando desde hace décadas; ha sido, incluso, el director de la vigente edición del Diccionario de la lengua española de la RAE que consultan en línea o en papel millones de hispanohablantes.
El libro en cuestión es una recopilación de cuarenta y cinco textos que aparecieron en Rinconete, la revista electrónica que publica desde 1998 el Instituto Cervantes sobre cuestiones de cultura e historia hispánica, y en el periódico El País. Muchos de estos textos pueden todavía leerse allí, junto con otros que el mismo autor ha ido publicando a lo largo de 2017, y quien esté interesado puede asimismo ver el vídeo de la presentación del libro que se hizo en junio de 2016 en el Cervantes.
Cada capítulo, dedicado a una cuestión léxica, comenta la historia o usos de una palabra que nace, muere o se desplaza, sustituida por otra nueva o más usada: «la biografía entera de cada palabra de una lengua inmensa en el tiempo y en el espacio» como es la española, escribe en su prólogo. Y así la aborda: los comentarios del autor explican el devenir de las palabras en la historia añadiendo observaciones certeras sobre su uso, la gramática que las rige y la documentación que existe en cada una de las épocas, tanto de aquellas recientes como de otras ya poco frecuentes (biruji, repampinflar, etc. Los análisis de palabras como traductor o café son deliciosas). En definitiva, un filólogo observador y crítico que se pregunta cómo hablamos (o escribimos) y por qué hablamos como hablamos, con una prosa rica y elegante que facilita la lectura y la hace amena.
Uno cierra el libro preguntándose si algún día tendremos un diccionario donde aparezca la historia de todas las palabras del español… Se está intentando, y el autor no es ajeno a ello, pero, hasta que lo tengamos, un libro como este es sin duda una lectura obligatoria.