Cinco semanas después de la conmoción por el atentado en París, Dinamarca se convierte en la nueva víctima del IS (Estado Islámico). La capital del país danés, Copenhague, sufrió el pasado 14 de febrero el terrorismo yihadista. Ambas ciudades han tenido como objetivos a dibujantes que realizaron caricaturas del profeta Mahoma.
Este nuevo ataque vuelve a cargar contra la libertad de expresión, uno de los derechos fundamentales de un Estado democrático. El atentado terminó con una persona fallecida, el cineasta danés Finn Nørgaard de 55 años y tres heridos por disparos (uno de ellos era policía y los otros dos formaban parte del servicio de seguridad). El individuo disparó a través de las ventanas y la puerta del local contra las decenas de asistentes a un debate sobre la libertad de expresión y la blasfemia, que incluía un homenaje a la revista satírica francesa Charlie Hebdo. El objetivo parecía ser el dibujante sueco Lars Vilks quien resultó, por fortuna, ileso.
Unas horas más tarde, un nuevo tiroteo tuvo lugar cerca de la sinagoga más importante de Copenhague. Ataque que volvió a terminar en tragedia, Dan Uzan (judío de 37 años) moría por varios disparos en la cabeza. Además, resultaron heridos dos policías. Las similitudes con los atentados de París vuelven a ser claras. La comunidad judía volvía a vestirse de luto, después del atentado parisino al supermercado judío Kosher, esta vez a las afueras de una sinagoga.
Días más tarde, diversos medios apuntaban a que el agresor podría ser Omar Abdel Hamid El Hussein de 22 años. El agresor realizó un total de 40 disparos, 28 en el centro cultural con un rifle automático M95, nueve delante de la sinagoga de la capital danesa y otros tres en el tiroteo con la policía la madrugada del domingo en donde fue abatido.
Los atentados de Copenhague sucedieron tan sólo dos días después de la reunión del Consejo Europeo (Jefes de Estado y/o de Gobierno de la Unión Europea). Reunión en la que se adoptó una nueva estrategia antiterrorista para la UE (Unión Europea). Con motivo de estos atentados, los ministros de Interior y Justicia de los 28 volverán a revisar lo acordado el 12 y 13 de marzo.
El lunes 16 de febrero, alrededor de 30.000 personas despedían a las víctimas del atentado entre flores, antorchas y música. Un acto lleno de emoción y solemnidad que reflejó la unión del pueblo danés frente a la amenaza terrorista.