Margaret Atwood ya nos dejó impactados con su novela El cuento de la criada y que ha logrado un nuevo reconocimiento con su adaptación televisiva, The Handmaid’s Tale, creada por Bruce Miller, protagonizada por la actriz Elisabeth Moss y en emisión desde 2017. En 2019 la escritora canadiense retomó la historia iniciada por Defred en Los testamentos, introduciendo nuevos personajes y regresando al inhóspito y peligroso Gilead. La editorial Salamandra, que ha reeditado nuevamente El cuento de la criada en varias ediciones, reedita ahora una nueva trilogía de la autora que hará las delicias de sus incondicionales.
Oryx y Crake inaugura la trilogía, una distopía en la que la humanidad sufre las consecuencias de una plaga y en la que los desastres naturales se suceden. Narrada entre el pasado y el presente, entre la cotidianidad de la vida normal y el caos, se nos presenta al protagonista, llamado con el apelativo del Hombre de las Nieves, que transita por espacios derruidos y que solo cuenta con la compañía de una nueva raza, los crackeros, muy distintos de la especie humana. Entre la angustia y la soledad rememora su infancia y juventud, su etapa universitaria y sus primeros trabajos, y analiza los progresos tecnológicos que se fueron produciendo a lo largo de las décadas, las investigaciones innovadoras y el origen de la catástrofe mundial.
Uno de los logros de la novela de Atwood, publicada originalmente en 2003, es su capaz de predecir el futuro, intuyendo el camino que siguen las investigaciones científicas y los problemas a los que se tendrá que enfrentar la humanidad. Los ensayos genéticos, los estudios sobre mutaciones y sus consecuencias generarán un acalorado debate en los años venideros y es admirable la perspicacia de la escritora al plasmar estos temas tan novedosos que pueden asombrar e incluso incomodar al lector.
En cuanto a la trama, según mi criterio, no llega a la altura de El cuento de la criada. Aunque entendemos el sufrimiento del Hombre de las Nieves, no nos implicamos tanto con su historia como con las penurias de Defred. Personalmente no me sedujo tanto la historia del protagonista y sus vivencias, a diferencia de lo que me suele suceder con los personajes de otras obras de la autora, como Alias Grace, que me atrapó por completo. No obstante, la primera novela de la trilogía se lee con agrado y mantiene el interés en sus casi cuatrocientas cincuenta páginas.
Oryx y Crake es una recomendable lectura para estas fechas. Además, los lectores tenemos la suerte de que, si nos sentimos fascinados por esta distopía (algo completamente esperable), Salamandra ya ha publicado la segunda parte, titulada El año del diluvio; la trilogía verá su fin en octubre con Maddaddam. Un verano leyendo a Margaret Atwood siempre es un buen verano.